Sin embargo, la presidenta argentina advirtió que “estamos dispuestos a ser socios, pero no depositarios de las mercaderías que sobran en el viejo continente”.
La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, reclamó "comenzar a hablar de igual a igual" con la Unión Europea; advirtió que "estamos cansados de que nos tilden de proteccionistas", y pidió un debate franco sobre qué "grado de protección tienen los países de Europa y qué están dispuestos a ofrecer" a los del Mercosur.
Al hablar en la cumbre del Mercosur en Brasilia, Cristina afirmó que "las cosas que hicimos las hicimos bien, más allá de las equivocaciones o errores, pero con el objetivo permanente de gobernar en favor de nuestros pueblos, soportando presiones para que torzamos el rumbo, para que hagamos lo que otros quieren".
Resaltó además que “los grandes países tienen grandes inversiones en nuestra región, nuestras terminales automotrices son todas extrazona", y agregó que "sí tenemos la industria autopartista, pero son proveedores, los que tienen menor valor agregado, y los que tienen más vienen de allá”.
“Tenemos que ir con buenos modales y con un buen lenguaje, ir con números, no estamos hablando de cuestiones ideológicas”, indicó la mandataria.
Cristina recordó que “nos acusaban de tener ideologías y de querer cambiar el mundo. Ahora somos nosotros los que queremos hablar de números”, tras poner como ejemplo la situación de las terminales automotrices “extrazona” y la industria autopartista.
En ese sentido, la presidenta afirmó que “estamos dispuestos a ser socios pero no depositarios de las mercaderías que sobran en el viejo continente”.
Por otra parte, Cristina remarcó ante sus pares del bloque regional la “unidad indestructible” de la región “frente a los problemas graves que se nos presentaron y la resolución de los conflictos bajo nuestras propias normas”.
“Debemos lograr la profundización de la asociación, porque estamos comprando 600.000 millones extrazona y muchos de esos bienes que compramos los podemos producir nosotros” indicó.
En ese sentido, llamó a “profundizar y expresar en instrumentos propios, mecanismos de solución de conflictos, calificadoras propias, que nos ayuden a seguir creciendo y dándole mayor densidad y entramado a nuestro crecimiento en un mundo que va a seguir siendo muy difícil”.
En su discurso, Cristina cuestionó “a aquellos que quieren quedar bien con los de afuera y no con los de adentro”.
“La voluntad es el instrumento de cualquier político para transformar la realidad, de cualquier político de bien, porque hay algunos que quieren quedar bien con los de afuera y no con los de adentro”.
Y añadió que “los que estamos acá nos vamos a poder plantar frente a nuestras sociedades y explicarles qué es lo que se ha hecho en beneficio de esas masas olvidadas, humilladas, sumergidas durante tanto tiempo”.
La presidenta manifestó además que “no hay modelos económicos, son proyectos políticos, la economía viene después y hay que cambiarla cuando se debe”.
En referencia al discurso que había pronunciado con anterioridad el presidente de Uruguay, José Mujica, la jefa de Estado hizo mención de los salmones patagónicos, que, dijo, “nadan contra la corriente, río arriba, para ir a reproducirse y luego mueren por el esfuerzo, dejando hijos, legado, ideas, ejemplos”.
“Yo conocí a uno que fue contra la corriente permanentemente y dejó un legado”, dijo la mandataria en alusión al fallecido ex presidente Néstor Kirchner.