La resolución del Banco Central obliga a las empresas estatales obtener una carta de crédito para las importaciones de más de US$100.000. La medida busca asegurar los recursos para las obligaciones externas y evitar un mayor endeudamiento.
La Habana. Cuba ha ordenado a las empresas estatales que obtengan una carta de crédito del Banco Central para las importaciones de más de US$100.000, en momentos en que el país batalla con una crisis de liquidez y una creciente deuda.
La resolución 19/2018 del Banco Central, que entró en vigor este mes, sostiene que la medida apunta a asegurar que las empresas tengan los recursos para cumplir con sus obligaciones externas y evitar que "el endeudamiento externo continúe creciendo".
Un banquero occidental, que solicitó el anonimato, sostuvo que la medida conduciría a una caída a corto plazo en las importaciones y una contratación más lenta de suministros, así como al cierre de empresas no esenciales e insolventes.
"Otros países latinoamericanos han adoptado medidas similares en el pasado, como por ejemplo Argentina, pero esas fueron economías de mercado no controladas por el Estado", dijo.
Cuba, que sufre el bloqueo comercial de Estados Unidos, ha sufrido la implosión de la economía y la industria petrolera de su aliado Venezuela, la baja del precio de los productos básicos y una caída de la producción nacional debido a recortes de electricidad.
Las exportaciones cubanas de bienes y servicios cayeron de US$17.800 millones en 2014 a US$13.600 millones en 2016. En tanto, las importaciones pasaron de US$13.900 millones a US$10.300 millones, según datos del Gobierno.
Cuba reportó su deuda por última vez en 2014, cuando se ubicaba en US$18.900 millones. Desde entonces ha reestructurado gran parte de su deuda oficial, pero según diplomáticos y empresarios extranjeros las compañías estatales deben pagar más de 1.000 millones a proveedores.
Pavel Vidal, quien fuera especialista monetario del Banco Central de Cuba, dijo que los bancos estatales ahora funcionarían como un filtro adicional para asegurar que las compañías sean solventes y puedan pagar las importaciones.
"Se han dado cuenta de que el Gobierno puede renegociar la deuda externa, pero si las empresas estatales no manejan bien sus finanzas pues volvemos al mismo punto de siempre", explicó Vidal, profesor de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia.