La clásica guía amarilla apuesta a alianzas con Google, Amazon y Apple, para reinventarse a sí misma y a su público.
Hace un par de décadas el publicista más famoso de México, Carlos Alazrraki, creó dos eslogans: “La cosa es sencilla, consulte La Sección Amarilla”, y otra que aseguraba que el famoso libro “sí funciona y funciona muy bien”. Esos conceptos calaron hondo en el público hasta que apareció algo más sencillo: la web.
Justo cuando las búsquedas por internet hacían creer que la empresa desaparecería por obsoleta, La Sección Amarilla decidió unirse al “enemigo”: firmó un convenio con Google para proveerle las bases de datos de anunciantes y compartir parte de las ganancias, mientras que el motor de búsqueda más usado del planeta les da la plataforma ideal.
Lo mejor es que, a decir de John Farrell, director general de Google México, las búsquedas patrocinadas no contaminarán a las naturales obtenidas por el algoritmo.
Pero no es todo. Hace casi un año que La Sección Amarilla inició un negocio de ventas por internet tipo Amazon. De hecho está asociada con dicha empresa para distribuirla en México. Así, la única forma de obtener una Kindle Fire, por ejemplo, es vía Plaza Vip, como se llama el nuevo sitio. En este negocio es también es socio estratégico de la telefónica Telmex por lo que, si no se cuenta con tarjeta de crédito, es posible comprar con cuotas mensuales vía recibo telefónico.
Más sorprendente aún resulta su acuerdo con Apple, que le permitió ser de los primeros en distribuir el Iphone 4S.
“Nos ha ido muy bien. Es increíble la cantidad de alianzas, proveedores, formas de pago y cantidad de productos que tenemos ahora”, asegura Benjamín Podoswa, director general de La Sección Amarilla. Imposible negárselo.