Trump ha dicho que revisará el proceso de normalización de las relaciones entre Washington y La Habana si no consigue un "mejor acuerdo" con el gobierno cubano.
La Habana. Una delegación comercial de Cuba está visitando esta semana cuatro estados y seis puertos de Estados Unidos, pese a que el gobierno de Donald Trump ha amenazado con desactivar el acercamiento con la isla iniciado por su predecesor, Barack Obama.
Trump ha dicho que revisará el proceso de normalización de las relaciones entre Washington y La Habana si no consigue un "mejor acuerdo" con el gobierno cubano.
Las autoridades portuarias en la costa sur de Estados Unidos son partidarias del aumento del comercio y los viajes con Cuba y han expresado su interés en utilizar el puerto de Mariel, situado en la región occidental de la isla, para el traslado de mercancías.
"Tenemos la esperanza de que cuando el Gobierno de Trump haga una revisión exhaustiva de la política Estados Unidos-Cuba, verán la cooperación entre nuestras terminales portuarias y el Mariel", dijo James Williams, presidente de la coalición Engage Cuba que ayudó a facilitar el viaje de las autoridades cubanas.
Williams sostuvo que "sería muy beneficioso para las industrias exportadoras de Estados Unidos (...) podría crear empleos en todo el país", agregó.
Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron en diciembre de 2014 que trabajarían juntos en la normalización de los nexos tras más de 50 años de una política hostil. Ambos gobiernos firmaron 22 acuerdos de cooperación desde ese momento.
Obama firmó decretos para aliviar las restricciones a los viajes y el comercio entre su país y la isla, pero el embargo sólo puede ser levantado por el Congreso, que es controlado por los republicanos.
Trump, quien puede revertir las decisiones de Obama, ha amenazado con poner fin al acercamiento bilateral si Cuba no hace concesiones políticas y de otra índole, aunque no ha ofrecido más detalles.
Se espera que la delegación cubana firme acuerdos de cooperación con puertos estadounidenses, aunque no se ha especificado su índole. Entre las reuniones que llevarán adelante, destacan encuentros con ejecutivos de líneas de cruceros.
Cuba ha evitado criticar a Trump desde que asumió la presidencia. Hoteles y restaurantes de La Habana están a tope, mientras los cruceros cruzan la bahía casi a diario.
"Todos estamos esperando, no sabemos qué esperar de Trump. Un golpe en la cabeza o un apretón de manos", dijo el guía turístico Paulo Pérez mientras esperaba a un grupo de estadounidenses en el afamado Hotel Nacional en La Habana.