En un foro organizado por el Partido Colorado, los economistas manifestaron su preocupación por el futuro de la economía argentina. El ex ministro Luis Mosca vaticinó que dicho país entró “en el tobogán que conduce a la crisis”.
Los empresarios uruguayos y argentinos que escucharon exponer a los economistas y ex ministros uruguayos Luis Mosca e Ignacio De Posadas, y el ex presidente del Banco Central, Julio de Brun, sobre la situación regional, no escucharon un panorama muy alentador del futuro de la economía argentina y de los efectos que tendrá sobre la inversión de argentinos en Uruguay el tratado de intercambio de información tributaria que se estudia en el Parlamento.
En especial, sobre este acuerdo, el ex ministro Ignacio de Posadas sorprendió a los empresarios al afirmar que el tratado permite a la AFIP -el fisco argentino- investigar con retroactividad a la firma del tratado los activos de argentinos.
Se trata de una posibilidad que el gobierno no solo ha descartado sino que ha esgrimido como un logro uruguayo en la negociación con el gobierno de Cristina Fernández, en la pretensión de llevar tranquilidad a los empresarios del sector turístico e inmobiliario que reclamaban que Uruguay no permitiera que se ofreciera esa posibilidad al gobierno argentino.
“El tratado dice que se aplica para los impuestos que estén vigentes del país que pide la información. En función de eso Argentina puede pedir información al Uruguay de lo que pueda tener acá un ciudadano argentino sin límite de tiempo para atrás. Lo que no es retroactivo es el impuesto por el cual pide la información, pero la información puede ser retroactiva”, aseveró el economista vinculado al Herrerismo.
El acuerdo firmado entre los gobiernos de José Mujica y Cristina Fernández pero aún a estudio parlamentario, centró buena parte de las reflexiones de los economistas en un seminario que se realizó en el hotel Conrad de Punta del Este, el viernes 25, organizado por el Partido Colorado.
La asistencia superó las previsiones de los organizadores y el salón del evento quedó chico para albergar a los más de 500 concurrentes que asistieron, poniendo de manifiesto la preocupación del empresariado puntaesteño por la imprevisibilidad del panorama político argentino y su impacto en la inversión.
Para De Posadas el gobierno uruguayo “se tiró un tiro en el pie” al firmar el tratado, porque el país “no tiene nada para ganar y todo para perder: carece de beneficios para Uruguay; implica un cambio más de política que menoscaba sectores de actividad que el país ha desarrollado con éxito; y no asegura que con su firma el gobierno no siga cediendo en la misma dirección”, reflexionó.
El ex ministro Luis Mosca, opinó que la firma del tratado expuso al país al “peligro de poner el zorro a cuidar al gallinero, pensando que el zorro se hizo vegetariano”, y Julio De Brun matizó un poco el pesimismo de sus colegas al manifestar que “de todas formas el zorro es funcionario público”.
De Brun confió en que Uruguay no deje que la AFIP argentina se extralimite en sus pedidos de investigar activos de argentinos en el país, pero el ex presidente Jorge Batlle, que se encontraba en primera fila, le respondió que no se puede dejar de tener en cuenta “la actitud que van a tomar los inversores argentinos, que se van a poder ir a Miami a realizar sus inversiones”.
La economía. En tanto, sobre la economía argentina, el economista Luis Mosca no vaciló en vaticinar que la Argentina entró “en el tobogán que conduce a la crisis”, pero aseguró que no se trata de “una situación inminente” y que sus efectos sobre el país no se sentirán en Uruguay como en 2002 porque el país está mejor preparado que entonces. Sin embargo, no descartó “impactos” sobre el intercambio comercial y la actividad turística.
Dijo que el problema argentino es el de todos los gobiernos populistas, que tienen por paradigma que “la única variable que no se puede tocar es la del gasto público. Es la receta típica del populismo”, opinó.
También el ex ministro Isaac Alfie -que moderó el taller- utilizó la palabra “tobogán” para explicar lo que está sucediendo con la economía del vecino país: “que ha entrado en el tobogán no cabe dudas, el tema es qué tan profunda será la pendiente”, reflexionó.
Sobre la situación brasileña, los economistas fueron optimistas, ya que “no hay indicadores” de deterioro de su economía. Y explicaron que la suba del dólar tiene explicación por la “tensión latente” respecto de lo que sucede con la economía europea.