Sus movimientos llevan el sello de un hombre que ha permanecido entre bastidores desde que Johnson se convirtió en primer ministro el 24 de julio, pero que desempeña un papel vital: el asesor principal y jefe de personal de facto, Dominic Cummings.
Londres. Boris Johnson no ha perdido el tiempo para dejar su huella como primer ministro británico. En dos semanas, ha estado de gira por todo el país diciéndole a los británicos que se acabará lo de apretarse el cinturón y que Reino Unido se irá de la Unión Europea el 31 de octubre, pase lo que pase.
Sus movimientos llevan el sello de un hombre que ha permanecido entre bastidores desde que Johnson se convirtió en primer ministro el 24 de julio, pero que desempeña un papel vital: el asesor principal y jefe de personal de facto, Dominic Cummings.
Cummings, el arquitecto de la campaña "Vote Leave" en el referéndum del Brexit de 2016, habla poco en público. Sin embargo, los comentarios de dos fuentes que trabajaron con él en aquella campaña, sus trabajos y artículos en blogs y los informes de personas conocedoras de su pasado en los últimos años sugieren que suele moverse rápido y saltar por encima de otros con tal de conseguir su objetivo.
Las dos fuentes, una partidaria y otra crítica de Cummings, dicen que la amenaza de un Brexit sin acuerdo es un plan que él ha diseñado para forzar a la UE a comprometerse con el acuerdo de salida al que llegó la predecesora de Johnson, Theresa May, y para culpar al bloque si no se alcanza un nuevo acuerdo.
Cautivar con promesas a los votantes en beneficio de un Brexit es también parte del plan de Cummings, dijeron las fuentes, basándose en la estrategia similar que influyó en el referéndum del Reino Unido en 2016 sobre su permanencia en la UE.
El estratega de 47 años, que no respondió a una solicitud de comentarios para este artículo, ha desestimado las afirmaciones de los críticos de que antepone la ideología a los intereses de la economía o de la población.
"Nunca he sido una persona de partido. No soy un Tory (conservador), libertario, 'populista' ni nada. Sigo proyectos que creo que valen la pena", escribió Cummings sobre sí mismo en su blog a principios de 2017.
Su deseo de avanzar con rapidez nace en parte de una decisión, de la que más tarde se arrepintió, de tomarse un tiempo libre tras la victoria en el referéndum del Brexit.
Cummings dijo en su blog que el gobierno "la cagó" entonces y dijo a sus partidarios que no se preocuparan por ningún compromiso "permanente" hecho por el gobierno de May en las negociaciones del Brexit. Describió esos compromisos como el resultado de una labor de "los altos cargos y su estúpido 'asesoramiento jurídico'".
La filosofía que ha seguido - según los artículos en su blog - parece ser la que ha asumido parte del gobierno británico por el 'pensamiento de grupo', incapaz y mal preparado para manejar los problemas de un estado moderno.
"Técnicas de propaganda soviética". El mensaje central de la victoriosa campaña "Leave", ideada por Cummings, fue que la salida de la UE era una oportunidad para "recuperar el control" y gastar más en casa.
Superó a los críticos que se preguntaban de dónde vendría el dinero, especialmente si el Reino Unido abandona a su mayor socio comercial sin un acuerdo que le permita superar las perturbaciones que eso causaría.
Las dos fuentes dijeron que Cummings sabía que un eslogan como el de "Vote Leave" prometiendo fondos adicionales para el servicio de salud en lugar de enviar dinero a la UE podría causar protestas durante la campaña del Brexit, pero que esto era parte del plan.
El cuestionamiento público sobre la cifra de 350 millones de libras que ornamentaba uno de los laterales del autobús de campaña, le dio prominencia y el mensaje caló en los votantes superando el escepticismo.
"En cierto modo, esto es típico del enfoque de Cummings. Fue efectivo, pero más bien cínico", dijo una fuente que trabajó y que es crítica con Cummings, bajo condición de anonimato.
Discreción. Es probable que Cummings mantenga su discreción y trabaje con un equipo pequeño como hizo durante la campaña del 'Vote Leave'.
Su nombramiento se compara con el papel clave de Steve Bannon en los primeros días del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de ayudarlo a llegar a la Casa Blanca, o con el de Martin Selmayr, asesor de Jean-Claude Junker, antes y después de convertirse en presidente de la Comisión Europea.
"Era muy práctico. Tenía un control estricto sobre todo, era muy disciplinado en su enfoque y la gente, ya sabe, tenía que mantenerse en la línea", dijo la fuente.
Se trata de un modus operandi desarrollado cuando trabajó como asesor especial del ministro Michael Gove en el departamento de Educación entre 2011 y 2014.
Después de dejar ese trabajo, criticó duramente al entonces primer ministro David Cameron y a otros en el gobierno. Cameron describió a Cummings como "psicópata de profesión". A su vez, Cummings dijo de Cameron: "No odio a Cameron. No lo respeto, que es diferente".