Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1971, China y Perú han mantenido, a nivel de Estado, comercial y cultural, una cooperación e intercambios de gran vigor.
Basadas en una rica tradición que data de siglos, y en una sólida asociación estratégica integral, las relaciones bilaterales entre China y Perú se van ampliando y profundizando, desde una visión progresista y con nuevos proyectos, hacia un futuro desarrollo brillante, según afirmó el embajador peruano en China.
Durante una entrevista con Xinhua, Juan Carlos Capuñay, embajador peruano en China y ex director ejecutivo de la Secretaría del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), manifestó su optimismo por el porvenir con gran potencial de la asociación entre ambos países.
La cancillería china ha anunciado este lunes que el primer ministro chino, Li Keqiang, realizará una visita oficial a Brasil, Colombia, Perú y Chile del 18 al 26 de mayo, a invitación de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el presidente peruano Ollanta Humala Tasso, y la presidenta chilena Michelle Bachelet Jeria.
Una asociación evolutiva. Recordando la amistad tradicional de hace siglos, siendo Perú uno de los primeros países receptores de inmigrantes chinos y actualmente la nación con la comunidad más grande de descendencia china en América Latina, Capuñay destacó que ha existido una rica historia de relaciones e intercambios de pueblo a pueblo entre China y Perú, lo cual constituye el fundamento sentimental de la actual asociación bilateral.
Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1971, China y Perú han mantenido, a nivel de Estado, comercial y cultural, una cooperación e intercambios de gran vigor, al tiempo que han profundizado en el entendimiento mutuo, señaló el diplomático.
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En 2008, el entonces presidente chino Hu Jintao visitó Perú anunciando la asociación estratégica. Al siguiente año se firmó el Tratado de Libre Comercio entre los dos países ubicados a ambos lados del Pacífico. En 2013, se elevaron las relaciones al nivel de "asociación estratégica integral", y el año pasado los jefes de Estado de ambos países se reunieron durante la cumbre de Brics en Brasilia y la visita de Estado del presidente peruano Ollanta Humala a la nación asiática.
El desarrollo de los vínculos bilaterales no ha sido sólo teórico sino con logros concretos, subrayó el embajador.
Como una consecuencia importante, China se ha convertido en el principal socio comercial de Perú en el ámbito global. Según los datos oficiales, el comercio bilateral se situó en 14,300 millones de dólares en 2014. Y Perú siguen siendo uno de los destinos más importantes de la inversión china en Latinoamérica.
Capuñay citó estadísticas peruanas según las cuales desde la firma del TLC el comercio bilateral ha conseguido triplicarse en unos pocos años.
Complementareidad actual y perspectivas futuras
"Tenemos aún mucho margen para explorar", aseguró Capuñay sobre el potencial del futuro desarrollo de los lazos China-Perú.
En la actualidad las exportaciones peruanas al mercado chino consisten en productos primarios, principalmente minerales y productos pesqueros.
En un futuro, Perú planea ampliar el comercio con su socio asiático hacia productos acabados con mayor valor agregado, y atraer más inversión china en cadenas de fabricación industrial, lo cual beneficiará el desarrollo de ambas economías, sostuvo el embajador peruano.
Capuñay hizo énfasis en la complementariedad de las economías china y peruana, donde la cooperación hasta el momento se ha concentrado en la minería, dado que en el presente el 33% de la inversión extranjera en la industria minera peruana proviene del país asiático.
China y Perú han alcanzado un consenso para desarrollar esta colaboración en el futuro mediante el fomento tanto de la exportación de productos agrícolas y frutícolas peruanos al mercado chino como de la inyección del capital chino y la transferencia de tecnología china en el proceso de modernización de las industrias productivas del Perú.
Por otro lado, al mantener un frecuente intercambio político con la creación del mecanismo de diálogo de alto nivel, Perú desea intensificar los contactos no oficiales, es decir, entre los dos pueblos, en programas de becas estudiantiles, promoción y facilitación del turismo, eventos de arte y cultura, etc., afirmó el diplomático.
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Además de las uvas y el mango, también aparecerán nuevos productos agrícolas peruanos en el mercado chino para el gusto de los consumidores locales, anunció el embajador, dejando en misterio las categorías específicas.
Impacto regional y global. El año próximo se celebrará el 45º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República del Perú. Capuñay reveló que ambas partes están preparando una serie de actividades para impulsar los lazos de cooperación en los campos político, económico, comercial, cultural y social, entre otros.
Aprovechando dicha ocasión, Perú está deseoso por seguir fomentando la cooperación con China en el desarrollo ferroviario, proponiendo incorporar a la iniciativa china de construir la "Ruta de Seda Marítima del Siglo XXI" el programa del corredor ferroviario bioceánico que conecte la costa sudamericana del Pacífico con la del Atlántico, desde el puerto peruano de Ilo hasta Santos, Brasil.
La ferrovía bioceánica tiene como finalidad optimizar la interconexión, de importancia nacional para el Perú, y fortalecer en magnitud regional el transporte, un elemento crucial para la modernización de las economías latinoamericanas, en particular las andinas, que por razones geográficas siempre han tenido dificultades logísticas, puntualizó Capuñay.
Una vez conectado con la Ruta de Seda Marítima del Siglo XXI (proyecto masivo que busca integrar más allá las economías asiáticas con mayor conectividad), este ferrocarril a través de América Latina tendrá un significado global e histórico conectando ambas orillas de la región Asia-Pacífico con el continente latinoamericano, extendiéndose desde allí hacia el otro lado del Atlántico, explicó el ex director ejecutivo de la Secretaría del APEC.
Capuñay opinó que con una Ruta de tanta magnitud, el mundo dará un gran paso adelante en la interconexión, y la globalización avanzará en beneficio de toda la humanidad.
Desde el punto de vista económico-comercial, esta propuesta brindará a los mercados emergentes una nueva oportunidad y un estímulo para acelerar su desarrollo, analizó Capuñay.
Se espera que en 2016 se emprenda el estudio de viabilidad del proyecto, cuando se reúnan los líderes de los países de Asia-Pacífico en la cumbre del APEC que se celebrará en Perú, concluyó el embajador.