El semanario Búsqueda de este jueves indica que Argentina pone frenos a dos nuevas terminales portuarias en referencia a proyectos de Archer Daniels Midland Company (ADM) y una terminal de graneles líquidos del grupo Christophersen.

En medio de anuncios de la llegada de inversiones a Uruguay y de un mejor relacionamiento con Argentina, en el seno de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) la delegación argentina pone obstáculos para concretar dos proyectos que pretenden desarrollarse en Uruguay, con capitales privados, en la zona portuaria de Nueva Palmira.

El semanario Búsqueda de este jueves indica que Argentina pone frenos a dos nuevas terminales portuarias en referencia a proyectos de Archer Daniels Midland Company (ADM) y una terminal de graneles líquidos del grupo Christophersen. Según Búsqueda, los empresarios estarían evaluando la posibilidad de retirar los proyectos debido a las demoras causadas por la falta de aprobación de la representación argentina en la comisión binacional. El semanario asegura que entre los dos proyectos la inversión alcanza los US$ 150 millones.

El pasado jueves, el suplemento Comercio Exterior & Transporte publicó una entrevista con el empresario Jorge Fernández -referente del sector y del grupo Christophersen- en la que expresa el descontento del sector privado por los obstáculos que impone Argentina.

Consultado acerca del proyecto de graneles líquidos (Cartisur), Fernández sostuvo que el mismo está aprobado por Uruguay, pero que “se necesita una aprobación de la CARU para hacer el muelle” incluido en el emprendimiento.

El empresario agregó que “en el año 2009 la delegación uruguaya de CARU le informó a la argentina justo cuando estaba el conflicto por la planta de celulosa de Botnia (hoy UPM)” y que los argentinos “hicieron 28 preguntas que fueron evacuadas en su mayoría”.

Pese a ello, Fernández explicó que todavía se está esperando el permiso de Argentina. Las autoridades uruguayas dijeron “que lo van a plantear ante Argentina” y “dependiendo de quién lo diga, puede ser ante la CARU, ante la presidenta (Cristina Fernández) o al canciller Héctor Timerman”, sostuvo el empresario, quien recalcó que ha llamado “mil veces” a los jerarcas uruguayos “y no hay respuesta”.