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Entrevista con Luis Alberto Moreno: “la relación entre China y Latinoamérica debe pasar al siguiente capítulo”
Viernes, Octubre 26, 2012 - 17:10

Ya es hora de superar la relación basada en commodities, repitió Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, durante la VI Cumbre Empresarial China-Latinoamérica realizada en Hangzhou, este de China. El colombiano nos reveló lo que propone el BID para lograrlo.

-Durante su discurso en la inauguración de esta Cumbre Empresarial China-Latinoamérica, usted recalcó la importancia de que la relación entre China y Latinoamérica se transforme. ¿Cuál debe ser el nuevo enfoque?

-Tenemos que lograr una relación comercial más equilibrada. El comercio durante la última década se ha caracterizado por el envío de materias primas y por los desequilibrios comerciales que han favorecido claramente a Asia.

El desequilibrio ascendió al 30% del comercio total en 2010, lo que equivale a un déficit de US$96 billones. Si bien, el comercio no tiene por qué ser siempre equilibrado, todos sabemos que los grandes desequilibrios pueden crear tensiones y generar resistencia pública.

Yo confío en que la próxima década será un periodo de integración sostenida, creciente confianza y más profunda comprensión cultural.

-¿Cómo lograr el equilibrio?

-Creo que la mejor forma de hacerlo es fomentar la diversificación de las inversiones directas en las respectivas economías. Esto permitiría que nuestras empresas más innovadoras establezcan  operaciones de manufactura local e introduzcan nuevos productos y servicios en otros mercados.

La buena noticia es que esto ya está sucediendo. Por ejemplo, las inversiones directas de China en América Latina han pasado de ser prácticamente nada en 2004, a más de US$1 billón solo en 2010.

Por su parte, entre 2003 y 2009, América Latina anunció inversiones acumuladas en Asia de alrededor de US$18 billones.

Además, mientras China representa menos del 1% de todos los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia América Latina, el comercio entre China y nuestra región asciende a más del 11% del total del comercio exterior de América Latina. También hay que señalar que las inversiones directas de América Latina en China son muy modestas. Tenemos que ampliar considerablemente la escala y diversidad de la IED. Para ello será necesario un esfuerzo mucho más agresivo para eliminar los aranceles, las barreras no arancelarias y normas que protegen injustamente a algunas industrias de la competencia. También será necesario un programa mucho más ambicioso de cooperación en las áreas donde tenemos fortalezas complementarias.

-¿Cómo se puede pasar a ese segundo capítulo del que usted ha hablado tomando en cuenta dos factores: primero, el escenario de exportaciones poco diversificadas donde la mayoría de países latinoamericanos exportan básicamente uno o dos productos; y, segundo, si no se negocia como bloque?

-Tanto China como Latinoamérica deben estar concientes de que su relación debe irse transformando en una que tenga más inversión. Nosotros recién presentamos un estudio de 90 empresas que tienen negocios en China y donde trabajan latinoamericanos. Todo lo que implique el crecimiento del flujo de inversión es positivo para empezar a diversificar la producción que hoy tiene América Latina y que actualmente se concentra en commodities.

Es importante entender que vivimos en un mundo de cadenas productivas, y de eso Asia conoce mucho porque desarrolló buena parte de su comercio en base a esto. Por ejemplo, tenemos el caso del teléfono celular que se diseña en Los Ángeles, se fabrica en China y otros países asiáticos, y eventualmente regresa, se empaca y se promociona en EE.UU. Ese tipo de cadenas globales son las que deben ir emergiendo en América Latina.

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-¿Qué está haciendo el BID para que esa relación evolucione?

-Nosotros estamos creando un conjunto de instrumentos para profundizar nuestra cooperación y ayudar a la mayor integración entre China y América Latina. Por eso, junto al Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Exim Bank) estamos creando una plataforma de inversión para Latinoamérica y el Caribe.

Esta consiste en tres fondos de inversión regionales que sumados van a tener un capital aproximado de US$1.800 millones para poder hacer inversiones en América Latina de la mano de empresas chinas que quieran entrar al mercado latinoamericano. Se espera que la plataforma LAC-China atraiga inversión de capital en las áreas de infraestructura, medianas empresas, y recursos naturales, incluyendo agronegocios, energía y minería.

Los administradores de fondos seleccionados para gestionar esta plataforma son Macquarie Infrastructure and Real Assets (MIRA), Darby Private Equito y SinoLatin Investment Advisors (SLIA). Se prevé que todo esto estará listo hasta fines de año y luego cada fondo podrá empezar su proceso de inversión.

Además recién firmamos un memorando de entendimiento con el People’s Bank of China con el propósito de estudiar posibilidades de hacer cofinanciaciones de proyectos en la región latinoamericana. Igualmente nosotros creemos que hay otras áreas de cooperación en las que debe haber más intercambio como el comercio de servicios. Por ejemplo, Brasil es el segundo mercado del mundo de computadores y tiene a una empresa china como Lenovo que es uno de los grandes proveedores de computadores del mundo.

Por otro lado, Latinoamérica puede compartir la gran experiencia de su proceso de urbanización que sucedió en los años 60 y principios de los 70. Hoy el 80% de latinoamericanos viven en ciudades, en cambio China está en el proceso de urbanización y fue por esto que invitamos a algunos alcaldes, por ejemplo, el alcalde de Puebla, México. Justamente por eso, el próximo año cuando esta Cumbre se realice en Costa Rica, sería interesante invitar alcaldes tanto de Latinoamérica como de China para que intercambien criterios porque es una manera de profundizar aún más las relaciones.

Autores

Rafael Valdez