Los ibéricos solo son superados por Italia y Alemania, que cuadruplican y doblan, respectivamente, el peso español. Entre sus compañías, las más importantes con presencia en el páis africano son Repsol, Sacyr y Abengoa.
El tenso ambiente que se vive en Libia, dadas las manifestaciones de grupos contrarios al mandatario Muammar Gaddafi, y las respectivas reprimendas de efectivos policiales y militares, han provocado que los mercados de diversos países operen bajo la incertidumbre, y que las empresas con presencia en el país africano, vean sus intereses desmoronarse, como es el caso de las compañías españolas Repsol, Sacyr y Abengoa.
España es el tercer socio comercial Libia, superado por Italia y Alemania, que cuadruplican y doblan, respectivamente, el peso español.
En este sentido, vale mencionar que en el sector energétcio, específicamente en el área del gas, España depende en un 2,1% del convulso país, mientras que en petróleo, es cerca del 10%, según datos del ministerio de Industria.
Las últimas cifras oficiales, recogidas por el ICEX y que se remontan al cierre de 2008, cifran en 3.160 millones de euros (US$4.322 millones) los intereses españoles con Libia. Sin embargo, en la actualidad, este importe puede ser muy superior, consigna el portal La Información.com
Repsol, Sacyr y Abengoa son las empresas con más intereses en la zona y, de hecho, ayer fueron duramente castigadas en bolsa, con caídas del 2,58%, 1,69% y 5%, respectivamente.
Repsol es el grupo español con mayores intereses en Libia, ya que en ese país tiene el 3,8% de su producción y el 5% de sus reservas. La compañía petrolera tiene derechos mineros sobre 9 bloques -8 de exploración y 1 de explotación- y uno de los campos que tiene en Libia forma parte de los diez proyectos clave para el crecimiento del grupo, señala el mismo medio.
Sacyr en tanto, opera en Libia en conjunto con la empresa pública Svlidco y con la bendición de Gadafi. Por tanto, la caída del régimen actual podría llevarse también por delante este contrato.
Abengoa figura entre las compañías que más se han beneficiado de la reciente apuesta del país por las infraestructuras, sobre todo en temas de desalación.