De acuerdo al trabajo académico, el impacto negativo para la industria uruguaya "no sería de dimensión", aunque puede alcanzar un nicho menor de los sectores de la vestimenta y el calzado.

Observa.com.uy Un estudio técnico considera que Uruguay cuenta con más puntos a favor que perjuicios para sus sectores productivos con la eventual firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. Bajo el título Posibles impactos de un TLC bilateral entre Uruguay y China, el Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica que dirige Ignacio Bartesaghi, se analizaron los pros y contras de sellar un acuerdo comercial con la segunda economía mundial como lo transmitió el gobierno uruguayo en su última visita oficial por Asia.

De acuerdo al trabajo académico, el impacto negativo para la industria uruguaya "no sería de dimensión", aunque puede alcanzar un nicho menor de los sectores de la vestimenta y el calzado, así como algunos productos de la industria química, productos que hoy están mayormente protegidos por el Arancel Externo Común del Mercosur para salvaguardar a empresas argentinas y brasileñas.

En la otra vereda, el análisis destaca que los últimos acuerdos negociados por China con los países de América Latina "demuestran cierta flexibilidad en capítulos en los que Uruguay muestra aún algunas restricciones internas, como es el caso de propiedad intelectual". Además, la firma de un TLC "permitiría mejorar las condiciones de acceso en ese mercado para los productos actualmente exportados por Uruguay, con posibilidades ciertas de expandir algunas de las colocaciones (sector lácteos por ejemplo). El país enfrenta restricciones de acceso que es esperable sean mejoradas en el marco de una negociación bilateral",destaca.

Tomando las estadísticas informadas por China (que incluyen el comercio desde y a través de zonas francas instaladas en Uruguay) y considerando el 99% de las importaciones chinas originarias de Uruguay en 2015, el país abonó un arancel promedio del 6%, con picos máximos del 15% en el caso de algunos productos que exportó la industria láctea.

Por otra parte, considera que la alternativa de esperar por un plan B para ir en conjunto con los otros socios del Mercosur, "no parece razonable y afectará indudablemente el desarrollo del país", en vista de la experiencia que ha dejado la firma de otros tratados del bloque con países extra zona.