La renuncia del principal asesor económico del presidente norteamericano, ha alertado a Europa y al Fondo Monetario Internacional, quienes temen que siga adelante con su plan de imponer aranceles al acero y aluminio. "Si sucede tenemos que tomar medidas", advirtieron.
Londres. Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI) instaron este miércoles a que Donald Trump se aleje del borde de una guerra comercial, después de que la renuncia de uno de sus principales asesores económicos reforzara a quienes lo alientan a seguir adelante con aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
La renuncia de Gary Cohn, visto como un bastión frente al nacionalismo económico de Trump, afectó a las bolsas, el petróleo y el dólar este miércoles, mientras los inversores veían aumentar la probabilidad de medidas de acción y reacción que reducirían el crecimiento global.
Los planes de Trump son imponer un arancel del 25% sobre el acero y del 10% para el aluminio para contrarrestar unas baratas importaciones, especialmente procedentes de China, lo cual dice que mina la industria y los empleos en Estados Unidos.
El movimiento puede generar medidas de reacción contra las exportaciones de Estados Unidos y complicar más los esfuerzos para salvar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
"En una denominada guerra comercial (...) nadie gana, generalmente hay perdedores en ambos bandos", dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, este miércoles.
La jefa del FMI dijo que Canadá - el principal proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos - y Europa - a cuyas exportaciones de vehículos ha amenazado Trump - probablemente impongan aranceles sobre bienes estadounidenses como respuesta.
"Si el comercio mundial se viera en riesgo por esas medidas, sería un vector para un menor crecimiento y una ralentización del comercio. El impacto en el crecimiento sería tremendo", dijo Lagarde.
Este martes Trump parecía preparado para una guerra comercial. "Cuando vamos retrasados respecto todos y a cada uno de los países, las guerras comerciales no son tan malas", dijo en una conferencia de prensa con el primer ministro sueco Stefan Lofven, quien respondió diciendo: "Estoy convencido de aumentar los aranceles nos daña a todos a largo plazo".
La Unión Europea ha preparado una lista de productos estadounidenses - desde el bourbon hasta las motos Harley Davidson - sobre los que aplicar aranceles si Trump sigue adelante.
"Una guerra comercial no tiene ganadores y si no sucede, el mejor de los casos, podemos trabajar con nuestros amigos americanos y otros aliados sobre los asuntos centrales de este problema, la sobrecapacidad", dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom.
"Pero si sucede tendremos que tomar medidas para proteger los empleos europeos", añadió tras una reunión en Bruselas para debatir la estrategia de respuesta.
Para quienes temen una guerra comercial, los candidatos para sustituir a Cohn como asesor de Trump no suenan bien: Peter Navarro, el jefe del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca que escribió un libro titulado "Muerte por China", y el comentarista conservador Larry Kudlow.
La ministra de Economía alemana, Brigitte Zypries, dijo: "Espero que Trump cambie de opinión (...) es muy importante que haya defensores de esto en la Casa Blanca. Por eso estoy preocupada por las últimas señales que vienen de Estados Unidos."
Reino Unido, interesado en fortalecer el comercio global mientras se prepara para abandonar la UE, dijo que estaba "muy decepcionado" por el plan de Trump.