Los expertos esperan que durante 2016 la divisa estadounidense continúe fortaleciéndose frente al peso uruguayo, aunque a menor ritmo de lo que lo hizo el año pasado.
Las turbulencias económicas que afectaron a Brasil en 2015 junto con el fortalecimiento del dólar a nivel global llevaron a que el tipo de cambio en el vecino país se incrementara más del doble que en Uruguay durante el último año. De esa manera, la economía local alcanzó su nivel más caro frente al gigante latinoamericano de al menos los últimos 15 años. Eso perjudicó al país tanto en los niveles de competitividad como en la llegada de turistas del vecino país.
Pero aunque se espera que los problemas en la economía de Dilma Rousseff continúen durante 2016, reforzando el período de recesión que atraviesa, la buena noticia para Uruguay es que los analistas privados de Brasil no prevén que este año vuelva a haber un empuje significativo del tipo de cambio frente al real, más allá de la devaluación circunstancial de los últimos días.
De hecho, esperan que el país se encarezca levemente en dólares tanto en 2016 como el año próximo. Lo contrario sucede en Uruguay. Los expertos esperan que durante 2016 la divisa estadounidense continúe fortaleciéndose frente al peso uruguayo, aunque a menor ritmo de lo que lo hizo el año pasado.
De ese modo, y con niveles inflacionarios más moderados en ambos países, es de prever que se revierta parcialmente la pérdida de competitividad y que Uruguay se abarate frente a su segundo principal socio comercial a lo largo de los próximos dos años.
El lunes pasado, los economistas encuestados por el Banco Central de Brasil mantuvieron sus pronósticos sobre la evolución del tipo de cambio del vecino país para el cierre de este año a 4,25 reales por dólar y elevaron levemente sus estimaciones para 2017 pasando de 4,23 a 4,3 reales, de acuerdo con el sondeo semanal Focus. La encuesta recopila las medianas de los pronósticos de economistas de unas 100 instituciones financieras de ese país.
Así, tras cerrar el año con un incremento del dólar de 49%, la suba proyectada para 2016 y 2017 es sensiblemente inferior, de 7,3% y 1,2% respectivamente, lo que implicaría que la divisa estadounidense en el vecino país norteño habría dejado atrás su fase de fuerte fortalecimiento –más allá de la volatilidad, subas y bajas bruscas, que presente a lo largo del año–.
Ese incremento esperado del dólar para 2016 en Brasil es menor al que se espera en Uruguay, de 16,4% según la Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador de diciembre. La mediana de los analistas consultados esperan que el año termine con un tipo de cambio a $ 34,8. Por lo que, junto con un nivel de inflación esperada de 7% para Brasil y de 9,3% para Uruguay, este año se prevé beneficioso en materia de competitividad para los exportadores uruguayos al vecino país.
De acuerdo con el indicador adelantado de tipo de cambio real bilateral con Brasil de El Observador –que mide la relación entre el aumento de los precios en el país respecto a su vecino, evaluados en la misma moneda–, actualizado con las proyecciones de los analistas locales y brasileños, se espera que la competitividad en precios se recupere este año 6,2%.
De este modo, la mejora del indicador compensaría parcialmente la caída anual de 16,6% a lo largo de 2015 cuando registró el mayor retroceso con el gigante latinoamericano en al menos los últimos 15 años. Asimismo, para el año próximo se proyecta una mejora del indicador de 3,1%.
El abaratamiento frente a Brasil es una buena noticia para el país tanto en términos de comercio exterior como de turismo receptivo pudiendo revertir la tendencia que registró el año pasado.
Mientras que las exportaciones de bienes uruguayos con destino a Brasil cayeron 29% en 2015, de acuerdo a Uruguay XXI tras descender 7,3% en 2014 y perder dinamismo por tres años consecutivos, la depreciación de la moneda brasileña también provocó que el turista brasileño pierda incentivos para vacacionar en Uruguay, ya que con cada real se obtiene menos pesos uruguayos, con los cuales a la vez se compran menos bienes y servicios en el mercado local.
Así, el poder de compra de los asalariados del vecino país en Uruguay se deterioró por quinto año consecutivo y cayó 8,4% en 2015, acentuando el declive del año previo de 1,4% y de 2013 de 1,1%, según el indicador elaborado por la Unidad de Análisis Económico de El Observador.
Real subió al arranque de 2016. En los primeros días del año el dólar en Brasil enfrentó una fuerte presión al alza. Las turbulencias en los mercados internacionales y los problemas domésticos de la política brasileña, que amplifica el drama de su economía, llevaron a una suba del dólar de 3,4% en lo que va del año, a 4,106 reales por dólares el viernes.