Los exportadores chinos han estado luchando para hacer frente a la debilidad de la demanda en el extranjero, el aumento en los costos laborales y movimientos cambiarios adversos, que han agravado la presión a la baja sobre la segunda economía más grande del mundo.
Pekín. Las exportaciones chinas cayeron menos que lo esperado en mayo, pero un declive de dos dígitos en las importaciones probablemente mantendrá la presión sobre las autoridades para que ofrezcan un estímulo adicional a fin de evitar una desaceleración económica más severa.
Los exportadores chinos han estado luchando para hacer frente a la debilidad de la demanda en el extranjero, el aumento en los costos laborales y movimientos cambiarios adversos, que han agravado la presión a la baja sobre la segunda economía más grande del mundo.
Las exportaciones cayeron un 2,5% en mayo respecto al mismo mes del año anterior y las importaciones bajaron un 17,6%, mostraron el lunes datos publicados por la Administración General de Aduanas.
El dato deja al país con un superávit comercial récord de US$59.490 millones en el mes.
Economistas consultados por Reuters esperaban que las exportaciones de mayo cayeran un 5,0% frente al año anterior, tras un inesperado desplome del 6,4% en abril. También esperaban que las importaciones bajaran un 10,7%, frente al retroceso de 16,2% en abril.
"Una cifra de exportación ligeramente mejorada no significa que la condición sea sustancialmente mejor. Las compañías chinas siguen careciendo de poder de negociación en los mercados mundiales debido a la fortaleza relativa de la moneda china", dijo Liu Yaxin, estratega macro de China Merchants Securities en Shenzhen.
"En general, los datos muestran que la economía china está todavía en el proceso de búsqueda de un piso. Esperamos que las condiciones comerciales sigan siendo mustias en los siguientes 4-5 meses, con un despliegue de más medidas de apoyo del Gobierno para estabilizar (a la economía)", agregó.
El yuan se ha apreciado en los últimos meses frente a las principales monedas distintas al dólar, pero el primer ministro Li Keqiang ha descartado una devaluación.
El comercio de China creció un 3,4% en el 2014, incumpliendo un objetivo oficial de un 7,5% en más de la mitad. El Gobierno ha reducido su objetivo de crecimiento para el 2015, y ahora espera que las importaciones y exportaciones combinadas aumenten alrededor de un 6 por ciento.
El Gobierno dará a conocer el martes los datos de inflación y producción industrial, y el jueves reportará las cifras de inversión y ventas minoristas.
Los economistas consultados por Reuters esperaban algunas señales de estabilización en la economía gracias a las medidas de estímulo a la fecha, pero los analistas dicen que se necesita más apoyo para hacer frente a los vientos en contra de un enfriamiento del sector inmobiliario y unas exportaciones irregulares.
China redujo en mayo sus tasas de interés por tercera vez en seis meses -lo que se suma a dos reducciones a la cantidad de dinero que los bancos deben mantener en reserva-, en un intento por reducir los costos de endeudamiento y avivar a una economía que se encamina a su peor año en un cuarto de siglo.