Se trata del alcalde de Recoleta, municipio capitalino de unos 160.000 residentes, Daniel Jadue, quien propinó un duro golpe a las grandes empresas privadas de farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand.
Santiago. La creación de la iniciativa Farmacia Popular en la capital de Chile quedará registrada como un hecho singular en 2015, al evidenciar la acción humanitaria de un alcalde a favor de miles de personas y demostrar el lucro de las cadenas farmacéuticas.
Se trata del alcalde de Recoleta, municipio capitalino de unos 160.000 residentes, Daniel Jadue, quien propinó un duro golpe a las grandes empresas privadas de farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand.
El edil demostró que, por ejemplo, un medicamento en la Farmacia Popular se puede vender en 1.000 pesos (un dólar con 30 centavos), pero en esas grandes cadenas se adquieren en 14.000 pesos (20 dólares), un precio abusivo que afecta a las personas de bajos recursos.
Otros ejemplos son la Aspirina de 100 miligramos, usada para reducir el dolor, la inflamación (hinchazón) y la fiebre, cuyo precio es de 1,7 dólares en la Farmacia Popular y 8,60 dólares en una farmacia común.
Un antihipertensivo como "Hidroronol T" cuesta 14,4 dólares en la popular, y de 152 a 195 dólares en las farmacias tradicionales.
La diferencia de precios han sorprendido e indignado a la mayoría de los chilenos, debido a que la Farmacia Popular realiza la compra directa a la Central Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Salud, encargado de la distribución de los fármacos, insumos médicos y bienes del sistema de salud público sin intermediarios.
Esto hace posibile que sus precios sean hasta 90 por ciento más bajos.
Según el alcalde, la Farmacia Popular fue concebida para hacer realidad el derecho a la salud de los residentes de ese municipio, sin importar el sistema de salud en el que están inscritos, ni tener en cuenta el nivel de ingresos de cada familia.
"En Recoleta, todos tienen derecho a tener acceso a medicamentos, tratamientos, insumos médicos y suplementos alimenticios a precio justo, hasta que los transformemos en parte constitutiva del derecho a la salud", explicó Jadue.
La iniciativa ha tenido un enorme impacto en el país y ya más de 200 municipios, de un total de 345, realizan trámites para replicar la experiencia del alcalde comunista de Recoleta.
Lo más interesante de esta iniciativa es evidenciar el abuso constante que practican las tres grandes cadenas de farmacias y ofrecer una alternativa con precios razonables.
En un país con una fuerte economía de mercado, que fomenta la desigualdad social a un nivel escandaloso, la Farmacia Popular es una ventana que se ha abierto a favor consumidores de medicamentos, la mayoría jubilados, que deben gastar gran parte de su pensión en adquirirlos.
Además, se ha resaltado la necesidad de colocar a la salud como un derecho universal, que debe quedar fuera del lucro, al dejar que sea una simple mercancía y se convierta en un tema en el próximo debate para una nueva Constitución que promueve la presidenta Michelle Bachelet.