"La prioridad de mi gobierno es lograr la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero", dijo la reina Isabel II al iniciar el habitual discurso con el que esboza la hoja de ruta de una administración para el próximo periodo legislativo.
Londres. El Gobierno británico ha marcado la consecución del Brexit el 31 de enero de 2020 como "prioridad" de la nueva etapa legislativa, en un discurso leído por la reina, Isabel II, que el 'premier' Boris Johnson ha definido como "el más radical" de la historia reciente en Reino Unido.
"La prioridad de mi gobierno es lograr la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero. Mis ministros presentarán una ley para garantizar la salida de Reino Unido en dicha fecha y lograr las máximas oportunidades que se pueda para la ciudadanía".
Con estas palabras, Isabel II ha arrancado el habitual discurso con el que esboza la hoja de ruta de una administración para el próximo periodo legislativo. En esta ocasión, el Partido Conservador de Johnson gozará de mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, donde prevé votar este mismo viernes la ley del Acuerdo de Retirada.
El primer ministro ha incidido en un comunicado en la necesidad de pasar página "al bloqueo parlamentario de los últimos tres años". "No tenemos tiempo que perder y comenzamos inmediatamente con el discurso de la reina más radical en una generación", ha defendido Johnson, también con el Brexit como "primera tarea" de este nuevo periodo.
"Tenemos un Brexit precocinado listo para meter en el microondas y lo presentaremos ante el Parlamento esta semana", afirmó Johnson, partidario de zanjar la "indecisión" política para que los diputados puedan "avanzar y centrarse en las prioridades de la ciudadanía".
Un portavoz de Downing Street ha avanzado que, si el Gobierno cumple con su compromiso de consumar el Brexit el 31 de enero, cerrará también el Ministerio que durante estos últimos años ha coordinado las negociaciones con la Unión Europea, a pesar de que Londres aún tiene sobre la mesa el reto de negociar las relaciones futuras con el bloque comunitario.
Según reza el discurso leído por Isabel II, Londres aspira a una relación "basada en un acuerdo de libre comercio que beneficie a todo Reino Unido". Paralelamente, el Ejecutivo de Reino Unido también comenzará negociaciones con otras grandes economías mundiales, entre las cuales destaca Estados Unidos.
Defiende la "integridad" de Reino Unido. Ni el discurso de la reina ni el comunicado de Johnson han aludido directamente a la reivindicación del Gobierno de Escocia, Nicola Sturgeon, de celebrar un nuevo referéndum independentista. No obstante, por boca de Isabel II, el Ejecutivo central sí ha subrayado que "la integridad y prosperidad de Reino Unido es de la máxima importancia".
El primer ministro ha abogado por una "transformación completa" que se extienda por todo el país, con inversiones en "todas las partes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte". En este último territorio, el Gobierno ve "urgente" recuperar la Administración de coalición entre los dos principales bloques políticos, tal como recogen los acuerdos de paz de 1998.
En otro orden de cosas, Johnson también ha prometido fortalecer el sistema público de salud en Reino Unido, "hacer más seguras las calles" con el refuerzo de los cuerpos policiales y cambios en el sistema judicial, trabajar para que haya una "mejor educación" y "proteger el planeta para las futuras generaciones".