El gobierno de la presidenta Cristina Fernández aplica desde hace casi cuatro años un sistema de "comercio administrado".
Un superávit comercial reducido en el 2015, similar al del año pasado, dificultaría la posibilidad de flexibilizar las fuertes restricciones a las importaciones que aplica el gobierno argentino, dijo este lunes, la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
El gobierno de la presidenta Cristina Fernández aplica desde hace casi cuatro años un sistema de "comercio administrado" por el cual las empresas deben presentar una declaración jurada para obtener autorización de la Secretaría de Comercio para la importación de bienes.
"La posible perspectiva de un nuevo superávit comercial anual bajo impondría un fuerte limitante a una mayor flexibilización del esquema actual de administración del comercio de importación", dijo Diego Pérez Santisteban, presidente de CIRA, en un comunicado.
La falta de inversiones extranjeras, la caída de las exportaciones a causa de la menor demanda de Brasil, el principal socio comercial de Argentina, y menores precios de los granos y cereales, han reducido el ingreso de divisas con las que se financian las importaciones del país austral.
El saldo comercial del país en el 2014 se contrajo un 15,9% interanual, a US$6.686 millones, el monto más bajo desde el 2001, año en que Argentina se encontraba en plena recesión y encaminándose a una multimillonaria cesación de pagos.
Las reservas internacionales del Banco Central se ubicaban el viernes en US$31.219 millones, desde los US$48.000 millones que reportaban a fines de enero del 2010, cuando el gobierno comenzó a pagar su deuda con esos fondos.
"Cuidar las reservas pasó a ser un objetivo supremo de la política económica, y en ese contexto todo lo que demandara dólares fue objeto de especial seguimiento", agregó Santisteban.
La economía del país sudamericano, la tercera más grande de América Latina, se contrajo entre un 2,5% y un 3% en el 2014, mientras que la inflación se aceleró al 35% de un 25% en 2013, dijo CIRA citando estimaciones privadas.
El contexto internacional de menor crecimiento en Brasil y caída de los precios internacionales de las materias primas que exporta la Argentina explican, en parte, la menor actividad local, dijo la Cámara.
Las restricciones que sufren las empresas para importar han generado denuncias de faltantes desde productos, lo que según economistas generó una contracción en la actividad industrial.
"En cierta forma, el Gobierno decidió con su política económica resignar crecimiento en pos de reducir la demanda de dólares y sostener así la calma en el sector cambiario", señaló Santisteban.
El peso argentino sufrió una devaluación de un 23,8% en el 2014, a 8,5525 pesos por dólar.