Las conversaciones entre Estados Unidos, México y Canadá deberían comenzar el próximo mes y funcionarios mexicanos han enfatizado en la necesidad de crear un nuevo acuerdo que fortalezca a la región frente a competidores, particularmente en Asia.
La industria mexicana está considerando revisar normas comerciales para garantizar que los trabajadores estadounidenses se beneficien de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a fin de abordar de lleno la principal inquietud del presidente Donald Trump con el acuerdo.
Las conversaciones entre Estados Unidos, México y Canadá deberían comenzar el próximo mes y funcionarios mexicanos han enfatizado en la necesidad de crear un nuevo acuerdo que fortalezca a la región frente a competidores, particularmente en Asia.
Trump ha amenazado con salirse del TLCAN si no lo puede reestructurar en beneficio de Estados Unidos, argumentando que el pacto ha alimentado el déficit comercial con México y ha costado miles de empleos estadounidenses.
Funcionarios mexicanos señalan que un TLCAN modernizado debería integrar aún más la región y están aguardando los objetivos de negociación de Estados Unidos, previstos a ser publicados cerca del domingo o ese mismo día.
Éstos apuntan a sectores como el automotriz, donde los insumos estadounidenses representan alrededor del 40 por ciento del valor de los productos importados de Estados Unidos desde México, mientras que las exportaciones chinas solo contienen el 4 por ciento, según el Centro de Investigación Automotriz de Estados Unidos.
"Si nosotros logramos una mayor integración que le dé a México competitividad frente a los chinos (...) aunque aumenten nuestras exportaciones, también van a aumentar los empleos de los americanos, porque cuando nosotros exportamos (a Estados Unidos), ellos exportan (vía contenido estadounidense)", dijo Jaime Serra, un ex secretario de Comercio que lideró las negociaciones iniciales del TLCAN por México.
Sin embargo, consciente de que Trump necesita ser capaz de reclamar una victoria más obvia a partir de la renegociación, también están examinando las normas que dictan cuánto de un producto se manufactura en la región.
Las reglas de origen del TLCAN estipulan que para calificar para el acceso libre de aranceles, algunos productos deben ser obtenidos hasta cierto punto regionalmente. Los autos, un punto recurrente de los ataques de Trump, deben alcanzar un umbral de 62.5 por ciento.
Debido a que el aumento de ese umbral no beneficiaría automáticamente a los trabajadores estadounidenses -las empresas podrían solamente elevar sus capacidades en México-, el equipo comercial de Trump quiere contar con ciertas normas de contenido nacional dentro del marco regional, dijeron autoridades mexicanas.
Problema complicado. Moisés Kalach, representante del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que coordina el sector privado en la renegociación, dijo que se podrían explorar las normas de contenido nacional de ciertos productos. "Sería un asunto complicado, y habría que ver caso por caso", aseguró.
Kalach declinó decir cuáles mercancías podrían ser elegibles. En mayo, dijo que un TLCAN mejorado podría conseguir más empleo para futuras líneas de productos de la región.
La industria electrónica mexicana quiere aumentar la producción regional de algunos componentes para reducir la dependencia de Asia, dijo César Castro, vicepresidente de la cámara nacional de la industria electrónica, Canieti.
Cerca de 70 por ciento del contenido en mercancías electrónicas exportadas por México a Estados Unidos provienen de Asia, dijo, destacando productos que tendrían una gran porción de contenido chino, aunque sean producidos por compañías estadounidenses.
Para impulsar la producción norteamericana, Canieti está considerando una propuesta que podría ver el contenido regional de ciertos productos incrementarse de 5% a 50% en 10 años, dijo Castro.
Moneda de Cambio. Sin embargo, si los argumentos de México se caen de plano y Trump amenaza con imponer aranceles punitivos a los bienes fabricados en su vecino del sur, el importante superávit de Estados Unidos en los servicios con México podría terminar siendo una moneda de cambio.
Esto podría complementar los esfuerzos mexicanos para tomar medidas contra el gran superávit agrícola de Estados Unidos con México, que la administración de Trump ya está presionado para preservar.
México podría insistir en que compañías como Amazon.com Inc. y Netflix Inc construyan servidores en el país, dijo un ex funcionario mexicano familiarizado con las discusiones, bajo condición de anonimato.
"Como el segundo mayor mercado de Estados Unidos, está claro que podemos contraatacar", dijo Andrés Rozental, ex subsecretario de Relaciones Exteriores. "(Los servicios valen) más y más todos los días", añadió.