"Yo voy a plantear que se mantenga el tratado, pero no puede convertirse en una fatalidad para los mexicanos", dijo el candidato presidencial con mayor opciones de ganar en la elección del 1 de julio. Dijo que redirigiría la economía hacia el mercado interno si no se logra el tratado.

Ciudad de México. No sería fatal para México si Estados Unidos provoca el colapso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo este martes el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, en el último debate televisado antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio.

Al preguntársele qué haría si las negociaciones con Estados Unidos y Canadá no logran modernizar el acuerdo comercial que sostiene la gran mayoría de las exportaciones de México, el político de 64 años dijo que redirigiría la economía hacia el mercado interno y reactivaría el campo.

"Yo voy a plantear que se mantenga el tratado, pero no puede convertirse en una fatalidad para los mexicanos, nuestro país tiene muchos recursos naturales, muchas riquezas", comentó López Obrador, durante una mesa redonda entre los cuatro aspirantes, en la ciudad de Mérida.

Las negociaciones impulsadas por Donald Trump para modernizar el TLCAN han alcanzado un punto muerto desde que el mandatario estadounidense impuso aranceles a las importaciones a su país de aluminio y acero procedentes de México y Canadá.

A poco más de dos semanas de los comicios, el debate era una de las últimas oportunidades que tenían los adversarios políticos de López Obrador para tratar de reducir la cómoda ventaja que mantiene el izquierdista en la mayoría de las encuestas.

López Obrador, quien se ha beneficiado del descontento por los escándalos de corrupción del actual Gobierno, el débil crecimiento y la violencia, se enfrentó a los ataques de su rival más cercano Ricardo Anaya, quien lo acusó de otorgar contratos sin licitaciones públicas cuando fue alcalde de Ciudad de México.

Sin embargo, López Obrador negó las acusaciones del candidato conservador. José Antonio Meade, del partido gobernante, y el aspirante independiente Jaime Rodríguez, también fustigaron a López Obrador, quien busca por tercera ocasión consecutiva la presidencia del país.

López Obrador ha moderado su tono en la campaña electoral evitando algunos de los arrebatos que en el pasado ayudaron a sus adversarios a señalarlo como una amenaza para la estabilidad de la segunda economía más grande de América Latina.

El político se ha descrito a sí mismo como más pragmático y ha dicho que quiere llegar a un acuerdo con Trump para frenar la inmigración ilegal a través del empleo y el desarrollo en lugar de la construcción de un muro fronterizo.

Aun así, una victoria electoral de López Obrador pondría hacer más difíciles las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y México, pues ambos países quedarían en manos de dos políticos heterodoxos con visiones nacionalistas.