Las quejas fueron presentadas a la OMC, iniciativa que se suma a una semejante que presentó la UE en mayo contra las medidas argentinas de inicios de año que incluyeron la eliminación de las licencias automáticas de importación.
Ginebra. Japón y Estados Unidos presentaron sendas quejas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las restricciones a las importaciones impuestas por Argentina, por considerarlas discriminatorias a los productos extranjeros, dijo este martes la entidad.
La acción se suma a un litigio semejante que presentó la Unión Europea (UE) el 20 de mayo contra las medidas argentinas de inicios de año que incluyeron la eliminación de las licencias automáticas de importación.
"Las medidas proteccionistas de Argentina afectan negativamente a un amplio sector de la industria de Estados Unidos, que exporta cada año miles de millones de dólares a Argentina. Estas exportaciones apoyan empleos y negocios acá", dijo el representante comercial estadounidense Ron Kirk, en una declaración enviada por correo electrónico.
"El gobierno (del presidente Barack) Obama insiste en que todos nuestros socios comerciales respeten las reglas y cumplan con sus obligaciones en la OMC para que los trabajadores estadounidenses se beneficien de los acuerdos que hemos negociado", agregó.
Más de 20 países han criticado la legislación argentina ante la OMC, contribuyendo a un empeoramiento de las relaciones comerciales internacionales del país sudamericano desde que en abril la presidenta Cristina Fernández decidió nacionalizar a la petrolera YPF, que era controlada por la española Repsol.
Argentina tiene ahora 60 días para hacer ver a Japón y Estados Unidos que cumple con las reglas de la OMC o enfrentará un posible agravamiento de la disputa.
Posteriormente, los demandantes pueden pedir una resolución del organismo, lo que podría obligar a Argentina a derogar cualquier norma que contravenga las reglas de comercio.
La Unión Europea no ha dicho si pedirá a la OMC que establezca un comité resolutivo en su disputa con Argentina.
Argentina responde con otra queja. El Ministerio de Relaciones Exteriores del país sudamericano no se pronunció inmediatamente sobre las quejas en la OMC de Washington y Tokio, pero dijo que presentará en el organismo con sede en Ginebra una denuncia contra Estados Unidos por impedir sus exportaciones de carnes y limones.
"Con la presentación de la denuncia se iniciará un período de consultas de 60 días donde Estados Unidos deberá responder el cuestionamiento argentino y, si las respuestas no fueran satisfactorias, Argentina exigirá la conformación de un panel de expertos que analizará las prácticas proteccionistas denunciadas", indicó la nota oficial.
Argentina dijo que existe un "doble estándar de los países más poderosos en la OMC, que exigen a los países en desarrollo reglas que no cumplen" y también los acusa de abusar de las normas de comercio para tratar de limitarlos.
Los reclamos de Washington y Tokio alegan que la normativa argentina "no parece vincularse a la implementación de ninguna medida justificada bajo el Acuerdo de la OMC".
La Unión Europea planteó el mismo argumento y agregó que las normas de licencias "apuntaban en cambio a producir un avance para las políticas establecidas por el gobierno argentino de reindustrialización, sustitución de importaciones y eliminación de déficits de balanza comercial".
Funcionarios de la Unión Europea y Estados Unidos dijeron que la reglas de Argentina en la práctica restringen todas las importaciones desde que los procedimientos se endurecieron en febrero de este año.
Los miembros de la OMC tienen el derecho a pedir a los importadores que soliciten una licencia, pero suponen que debe otorgarse automáticamente.
Fernández golpeó primero quejándose de que los aranceles de importación de la Unión Europea muchas veces tienen un valor mayor que el del producto.
La mandataria fue reelegida el año pasado por un amplio margen tras prometer que el rol del Gobierno en la economía sería mayor, pese a quejas de inversores de que sus políticas son proteccionistas y hacen difícil importar los productos necesarios para que los negocios funcionen en el país.
Argentina, la tercera mayor economía de América Latina, depende fuertemente de su superávit comercial, que usa para aumentar las reservas del Banco Central, las que a su vez sirven para pagar las deudas del gobierno.
Con las medidas para reducir las importaciones, Buenos Aires quiere también proteger empleos en el país.
Argentina también es criticada por una política de "equilibrio comercial", que obliga a un importador a garantizar un valor equivalente de exportaciones. A un fabricante de autos se le impone, por ejemplo, el deber de importar arroz argentino a cambio de traer al país partes de vehículos.
El anuncio de las dos nuevas quejas ocurre un día después de que el país sudamericano acusó a la Unión Europea en otra demanda en la OMC por trato discriminatorio de España a los embarques de biodiésel argentino.