"La reunión fue útil pero no concluyente", dijo el laborista Jeremy Corbyn, tras su encuentro con la primera ministra británica, en el que pudo defender su preferencia por una unión aduanera posterior al Brexit con la UE.
Londres. El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, dijo este miércoles que la primera ministra, Theresa May, no había cedido lo suficiente en las conversaciones para destrabar la crisis provocada por el estancamiento de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
En un principio Reino Unido iba a abandonar la UE el viernes pasado, pero tres años después de que los británicos respaldaron una salida del bloque en un referéndum, aún no está claro cómo, cuándo o incluso si lo hará.
Después de que los diputados rechazaron tres veces el acuerdo del Gobierno de May con Bruselas, la primera ministra dijo este martes que iba a hablar con Corbyn para intentar superar el punto muerto.
"No ha habido tantos cambios como esperaba", dijo Corbyn, de 69 años. "La reunión fue útil pero no concluyente".
Al preguntársele si May había atendido su preferencia por una unión aduanera posterior al Brexit con la UE, dijo: "Tuvimos una discusión sobre eso".
Corbyn está bajo presión de algunos miembros de su partido para que no acepte un acuerdo de Brexit sin estar seguro de que pueda confirmarse o rechazarse en un nuevo referéndum, que también ofrezca la opción de permanecer en la UE.
"Dije: 'Esta es una política de nuestro partido que nos gustaría seguir, con la opción de una votación para evitar el colapso o evitar salir con un mal pacto'", dijo. "No se llegó a un acuerdo al respecto. Simplemente lo pusimos allí como uno de los problemas".
Un portavoz de Downing Street, la sede del gobierno, dijo que la reunión, que duró una hora y 40 minutos, había sido "constructiva, ya que ambas partes mostraron flexibilidad y un compromiso para poner fin a la incertidumbre sobre el Brexit".
"Hemos acordado un programa de trabajo para asegurarnos de cumplir con los británicos", agregó.
La decisión de May de acercarse a Corbyn, un experimentado político socialista denostado por muchos conservadores y al que la propia primera ministra ha considerado inadecuado para encargarse del gobierno del país, aún plantea muchas interrogantes.