Al comienzo de lo que se espera sea una de las conferencias anuales más tormentosas del Partido Conservador, los planes de May fueron atacados por dos exministros.
Birmingham.- La primer ministro Theresa May convocó este domingo a su partido a que se una detrás de su plan de abandonar la Unión Europea (UE), en una interpelación directa a sus críticos, argumentando que su propuesta se hace cargo del deseo que ellos tienen de un acuerdo de libre comercio como parte del Brexit.
Al comienzo de lo que se espera sea una de las conferencias anuales más tormentosas del Partido Conservador, los planes de May fueron atacados por dos exministros. El exsecretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, los calificó de "desquiciados".
Cuando faltan solo seis meses para que Reino Unido salga de la UE -el mayor cambio de país en política exterior y comercial en más de 40 años-, el debate sobre cómo abandonar el bloque todavía se está librando al interior del gobernante Partido Conservador.
El liderazgo ya frágil de May fue sometido a un reto mayor este mes cuando la UE rechazó partes del plan "Chequers", llamado así por el nombre de la residencia campestre del primer ministro británico donde se acordó.
La situación de las conversaciones mejoró cuando dijo que estaba lista para considerar las preocupaciones de la UE.
"Mi mensaje para el partido es 'unámonos' y obtengamos el mejor acuerdo para Gran Bretaña", dijo May a la BBC en la ciudad de Birmingham, en el centro de Inglaterra.
"En el corazón del plan Chequers se encuentra un acuerdo de libre comercio, un área de libre comercio y un comercio sin fricción (...) Chequers en este momento es el único plan en la mesa que cumple con lo que se votó en el Brexit (...) y también da respuesta a la gente de Irlanda del Norte ".
Johnson, quien abandonó el gabinete de May después de que se acordó Chequers, atacó a la primer ministro por no creer en el Brexit.
Tanto él como el exministro del Brexit David Davis quieren un acuerdo de libre comercio como el que la UE tiene con Canadá, lo que podría distanciar a Irlanda del Norte de Reino Unido por las diferencias de régimen aduanero.