El Gobierno ha identificado cuatro áreas iniciales para el desarrollo: el puerto de Lázaro Cárdenas en el Pacífico; Puerto Chiapas, en la frontera con Guatemala; el puerto de Coatzacoalcos en el Golfo de México, y la ciudad de la refinería de Salina Cruz, también en el Pacífico.
Ciudad de México. Al menos la mitad de los terrenos necesarios para crear nuevas zonas económicas especiales en México, un proyecto impulsado por el presidente Enrique Peña Nieto para sacar de la pobreza a rezagadas regiones, no son de propiedad federal y tendrán que ser adquiridos de alguna manera, dijeron funcionarios.
En mayo, Peña firmó una nueva ley enfocada en los estados menos desarrollados del sur de México, que tiene como objetivo ofrecer reducciones de impuestos para atraer la inversión del sector privado.
El Gobierno ha identificado cuatro áreas iniciales para el desarrollo: el puerto de Lázaro Cárdenas en el Pacífico; Puerto Chiapas, en la frontera con Guatemala; el puerto de Coatzacoalcos en el Golfo de México, y la ciudad de la refinería de Salina Cruz, también en el Pacífico.
Gerardo Gutiérrez, un líder empresarial al que el Gobierno le encargó el desarrollo de las zonas, dijo que esperaba tener empresas llamadas "ancla", que atraerían más inversores hacia fines de 2017, destacando el interés de más de 30 empresas.
De acuerdo con dos funcionarios con conocimiento del proyecto que hablaron en condición de anonimato, más del 50 por ciento de los terrenos necesarios no están en manos federales, y son una mezcla de propiedades estatales, municipales y privadas.
Cuando se le preguntó si era cierto que más de la mitad de la tierra no estaba en manos federales, Gutiérrez dijo: "Puede ser hasta más".
Añadió que el problema de la tierra se decidirá a finales de este año, y que podría ser comprada, donada o incluso intercambiada por una participación en el proyecto. Gutiérrez descartó la posibilidad de expropiaciones.
Hay un largo historial de conflictos en México sobre la adquisición de tierras para proyectos federales y del sector privado en México.
En 2002, propietarios de tierras armados con machetes echaron por tierra los planes para un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México. El problema es particularmente agudo en los estados del sur del país como Chiapas y Oaxaca, con un amplio porcentaje de población indígena, en donde propietarios y los sindicatos de maestros son propensos a protestar.
Gutiérrez dijo que el objetivo del proyecto no es recrear el modelo de maquila de fábricas de bajo costo, comunes en el norte de México, sino más bien atraer a las industrias de valor agregado que podrían pagar salarios más altos.
Las zonas económicas especiales han surgido en todo el mundo en los últimos años, pero, según el Banco Mundial, han tenido éxitos dispares.