Se trata de uno de los pactos comerciales más grandes del mundo que podría ligar a una docena de economías de Asia-Pacífico, eliminando barreras comerciales.
Ciudad de México. México espera que las negociaciones del ambicioso Acuerdo Trans-Pacífico de Asociación Económica, que agrupa a doce países, lleguen a un acuerdo final en el primer semestre del año, comenta el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Meade.
El pacto, conocido como TPP (por sus siglas en inglés), enfrenta una serie de obstáculos, en gran parte por las disputas sobre aranceles agrícolas entre sus dos mayores economías, Estados Unidos y Japón.
"Hemos coincidido que sentimos que hay ventanas de oportunidad para que el tratado alcance ya una etapa final durante este semestre", dice Meade. "México está listo y deseoso de una conclusión temprana pero no está en nosotros la posibilidad de determinar tiempos y calendarios", señala el funcionario.
Hace un par de semanas, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo tras reunirse con el representante comercial de Estados Unidos, Michael Froman, que era "factible" concluir las negociaciones del TPP a mediados de marzo.
El TPP, potencialmente uno de los pactos comerciales más grandes del mundo, podría ligar a una docena de economías de Asia-Pacífico eliminando barreras comerciales y armonizando regulaciones para dos quintas partes de la economía mundial y una tercera parte de todo el comercio global.
Tokio y Washington han enfatizado que el pacto también tendría implicaciones estratégicas, creando un marco para negocios que podría tentar a China a jugar bajo reglas globales.
Meade dijo que México espera que con la visita de Peña a Inglaterra se revitalicen las relaciones entre los dos países y que parte del diálogo tendrá que ver con las oportunidades de inversión que abren las reformas estructurales mexicanas en telecomunicaciones, energía y financiera.
La delegación mexicana espera sostener encuentros empresariales que incluirán a compañías petroleras que puedan estar interesadas en la apertura mexicana a inversiones privadas para la exploración y producción de hidrocarburos.