Las dos partes buscan actualizar su acuerdo comercial del 2000 que cubre productos industriales, agregando bienes agrarios, compras oficiales e inversión.
Bruselas. Un nuevo pacto de libre comercio entre la Unión Europea y México está "muy cerca" de ser acordado aunque aún quedan algunos temas por resolver, como el acceso de los productos agrícolas, dijeron este jueves importantes funcionarios de ambas partes.
Las dos partes buscan actualizar su acuerdo comercial del 2000 que cubre productos industriales, agregando bienes agrarios, compras oficiales e inversión. También quieren mostrar su adhesión a mercados abiertos en momentos en que Estados Unidos se ensimisma bajo la presidencia de Donald Trump.
El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, manifestó que ambas partes estaban "muy cerca" de actualizar su acuerdo de 17 años y dijo que el país consideraba oportuno un sistema que, por ejemplo, proteja al tequila mexicano.
Para México, un acuerdo con la Unión Europea sería parte de su estrategia para reducir la dependencia de Estados Unidos, destino de casi el 80% de sus exportaciones. Esto se ha vuelto aún más urgente debido a la amenaza de Trump de retirar al país de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Guajardo -que indicó que su país estaba trabajando en seis frentes en América Latina, Asia y Europa, además de sus socios del TLCAN, Canadá y Estados Unidos- dijo que no había plazo para un acuerdo con la UE, aunque señaló que ambas partes deberían lograrlo antes de que termine el mandato del presidente Enrique Peña Nieto a fines del 2018.
La comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, dijo a periodistas al final de una ronda de conversaciones esta semana que ambas partes se estaban encaminando a un acuerdo y que se necesitaba trabajar más al respecto a comienzos del 2018.
"Estamos muy cerca de un acuerdo, pero aún no lo alcanzamos concretamente (...) Podemos ver el esqueleto de este acuerdo. Sabemos cómo llegar a él, sabemos qué hacer", agregó la funcionaria.
México y la UE aún tienen que resolver cuánto abrir sus mercados a productos entre los que se encuentran la carne, el azúcar, el pollo y las frutas mexicanas, y el cerdo y los lácteos europeos. También tienen que zanjar diferencias sobre un sistema para resolver disputas entre estados y empresas, y el mecanismo de la UE de protección de productos de regiones específicas.
La Unión Europea concluyó previamente este mes negociaciones con Japón sobre la creación del área económica abierta más grande del mundo y podría también sellar a comienzos del año próximo un pacto con el bloque sudamericano Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.