Aseguran que la actividad portuaria en Asunción y alrededores registra una caída del orden del 80%.

La bajante del río Paraguay está ocasionando serios inconvenientes a la navegación.

El movimiento de las embarcaciones afectadas al comercio internacional se ve restringido por la existencia de varios puntos conflictivos de la importante vía de navegación.

Ante esto, aseguran que la actividad portuaria en Asunción y alrededores registra una caída del orden del 80%.

El sector privado planteó en reiteradas ocasiones a la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) que priorice acciones que tiendan a asegurar la navegabilidad del río, a fin de evitar significativas pérdidas a exportadores e importadores.     

Víctor Morínigo, de la Dirección de Hidrología de la ANNP, admitió este lunes que la situación, si se quiere, “es desastrosa”.

El funcionario de la ANNP declaró que, en la práctica, ya no están navegando las embarcaciones. “Había una restricción de calado de 6 pies, pero ahora ni siquiera llegamos a ello, ya que solo estamos en 5 pies”, indicó.  

Además, añadió que en Asunción el nivel del río solo se encontraba en los 0,40 centímetros y que se multiplican los pasos difíciles en los tramos sur y norte del río.

“No estamos ya frente a problemas de dragado, porque aquí lo que no hay es agua. La sequía actual es tremenda”, enfatizó el jefe de Hidrología.  

Los líderes empresariales de diferentes organizaciones gremiales se reunirán mañana miércoles con el presidente Fernando Lugo, a quien solicitarán una solución de fondo al recurrente problema de la bajante del río Paraguay, que conforme a datos proporcionados por Guillermo Ereckhe, en diciembre totalizaron más de US$100 millones de pérdidas, que afectan al conjunto de  la economía.  

Según datos, en la ocasión los empresarios volverán a plantear la necesidad de dar un rol protagónico al empresariado para mantener la principal vía del comercio internacional navegable durante todo el año.  

“En este momento ya no pueden llegar a Asunción ni siquiera las embarcaciones que tienen ocho pies de calado, equivalente a un calado de 2.40 metros. La actividad portuaria se trasladó a Pilar y esto constituye un sobrecosto directo de alrededor de US$1.000 por cada contenedor. El Paraguay mueve cerca de 10.000 contenedores mensuales, por lo que entre diciembre y enero habrá un sobrecosto de US$20.000.000 solamente en fletes. Sin contar los demás costos que se derivan de esta situación”, explicó el ingeniero Julio Martínez. 

El profesional añadió que la solución de fondo pasa porque el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos sea el líder de las medidas a tomar, ya que son los armadores los más interesados en el tema y es un sector dispuesto a colaborar para dar una respuesta definitiva al problema.

En tanto, aclaró empero que el tema no es fácil, ya que por ley la institución responsable del dragado es la ANNP.

Pérdidas. Se pierde de vista que la bajante no solamente afecta el costo de los fletes fluviales, debido a que las barcazas tienen menor capacidad calado, y consecuentemente menor capacidad de carga, sino que, en realidad, alrededor del 60% del comercio internacional, que ronda unos US$15.000 millones anuales se encuentra afectado por la inoperancia en materia de dragado, ya que no puede hablarse de imprevisibilidad en el comportamiento del río Paraguay.  

El aumento de los costos de exportación y de importación no solamente golpea a las empresas, sino también a la población en su conjunto.

Un aumento de los precios de los productos importados, como consecuencia de la suba del flete fluvial, deriva en muchos casos en un aumento de los precios al consumidor final.   

En el caso de las exportaciones, como el Paraguay es mayoritariamente un exportador de materias primas cuyos precios se toman del mercado internacional, el resultado de un aumento de los costos de exportación significa una directa disminución de los ingresos de los productores primarios.