Pese a la retórica de Trump, el mandatario estadounidense y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresaron el jueves en una conversación telefónica su esperanza de que ambos países y México lleguen a un acuerdo para reformar el Tratado, vigente desde 1994, informó la Casa Blanca.
Negociadores de Canadá, Estados Unidos y México presentaron el viernes más propuestas en la segunda ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se realiza en Ciudad de México, bajo las persistentes amenazas del presidente Donald Trump de retirar a su país del pacto.
Pese a la retórica de Trump, el mandatario estadounidense y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresaron el jueves en una conversación telefónica su esperanza de que ambos países y México lleguen a un acuerdo para reformar el Tratado, vigente desde 1994, informó la Casa Blanca.
"En el marco de esta ronda, sesionarán 25 mesas de trabajo para tratar temas como acceso a mercado de bienes, inversión, reglas de origen, facilitación comercial, medio ambiente, comercio digital, pequeñas y medianas empresas, transparencia y anticorrupción", dijo en un comunicado la secretaria de Economía mexicana.
Los equipos negociadores no han dado detalles de los debates, pero un líder sindical canadiense dijo que el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, admitió recientemente que apoya favorecer el contenido regional en los autos construidos en los países del TLCAN.
El líder del mayor sindicato del sector privado en Canadá, Jerry Dias, dijo a reporteros que le había sugerido a Ross en una reciente reunión elevar el contenido regional de los autos hasta 70% desde el actual 62,5%, pero el secretario propuso un nivel "más agresivo".
El sindicalista participó en una protesta a las afueras de la Cámara de Diputados junto a cientos de trabajadores mexicanos que, con carteles y banderas, manifestaron su temor de que una renegociación pueda empeorar sus condiciones.
"Nos preocupa mucho esta negociación porque puede traer algo peor", dijo Héctor de la Cueva, portavoz de la Nueva Central de Trabajadores. "Pensamos que el pueblo no está representado porque ni siquiera ha sido consultado. No ha habido una consulta real a sindicatos, organizaciones sociales y al pueblo", agregó.
Un funcionario mexicano dijo que las amenazas de Trump habían ejercido presión sobre sus negociadores, obligándolos a adoptar posiciones más duras de lo deseado. Otra fuente local comentó que los representantes de su país estaban dispuestos a dejar las mesas si era necesario, como advirtió el propio canciller Luis Videgaray esta semana.
Ronda en medio del ruido. En general, se espera que la ronda mexicana, que sigue a las conversaciones de hace dos semanas en Washington, defina claramente las prioridades de cada país más que registrar grandes avances.
Trump dijo hace unos días que podría iniciar el proceso de retiro de su país del acuerdo, al cual ha responsabilizado del déficit comercial anual de unos US$64.000 millones con México.
El ministro mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, y Videgaray dijeron esta semana a funcionarios en Washington que México dejará la negociación si Trump retira a su país del acuerdo. Pero también han dicho que podrían negociar sólo con Canadá.
Frente a las advertencias de Trump, México ha dicho que está preparando un plan "B" que sería aplicado si el TLCAN fenece, y que incluye una profusa diversificación de mercados de importación y exportación.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo de Coordinación Empresarial (CCE) -que representa al sector privado mexicano en las conversaciones-, dijo que ese plan podría estar en marcha en los tres meses siguientes a un eventual colapso del TLCAN.
El empresario agregó a la televisión local que el plan estaría enfocado en aumentar la diversificación de mercados, así como encontrar proveedores alternativos para los granos que necesita el país, como Brasil, además de desarrollar mecanismos para proteger las inversiones.
La segunda ronda de conversaciones concluye el 5 de septiembre.