El informe valora que el estado norteamericano haya puesto en marcha un programa de liberalización unilateral de reducción de aranceles aplicables a una amplia gama de productos manufacturados
México debería incidir en la reducción de las medidas no arancelarias y profundizar los mecanismos para aumentar la competencia en sectores como el de los hidrocarburos, la electricidad y las telecomunicaciones.
Así lo solicita el Examen de Políticas Comerciales (EPC) de México elaborado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ha analizado el periodo comprendido entre 2008 hasta la fecha.
El informe valora que el estado norteamericano haya puesto en marcha un programa de liberalización unilateral de reducción de aranceles aplicables a una amplia gama de productos manufacturados, y que haya simplificado su estructura arancelaria reduciendo el número de niveles arancelarios de 88 a 28.
Asimismo, los expertos de la OMC alaba el hecho de que México haya adoptado medidas para simplificar los procedimientos aduaneros y reducir los costos de inversión.
Entre esas medidas, el informe destaca la eliminación en 2008 de ciertos requisitos de importación y la creación de una ventanilla única para las operaciones comerciales, operativa desde septiembre del 2012.
"Ahora bien, a pesar de estos esfuerzos, hay margen para reducir la incidencia de las medidas no arancelarias en frontera, en particular las medidas sanitarias y fitosanitarias".
El informe recuerda que se mantuvo la práctica del "precio estimado" para los vehículos usados, y que se siga exigiendo permisos de importación para ciertos productos, como los productos petrolíferos, los neumáticos usados y los vehículos usados.
Asimismo, el informe destaca que a pesar de que México ha disminuido "considerablemente" el usos de medidas antidumping, las sigue aplicando.
Los expertos valoran que México haya reforzado su legislación sobre competencia, pero critican que ésta siga estando limitada a sectores clave.
"Las reformas de 2010 incrementaron las sanciones por infracción de la legislación sobre competencia y tipificaron como delito las prácticas de competencia desleal. No obstante, hay todavía margen para aumentar la competencia en sectores como el de los hidrocarburos, la electricidad y las telecomunicaciones", reza el texto.
Por otra parte, el informe señala que "uno de los desafíos" del país es aumentar la productividad de la mano de obra y la competitividad general de la economía, y asegurar un crecimiento sostenido.
"Aunque México es un país de ingresos medios con un PIB per cápita ligeramente superior a US$10.000, la distribución de los ingresos es desigual y la reducción de la pobreza sigue siendo un reto".
El texto destaca que México es uno de los países de América Latina con mayor número de acuerdos comerciales, algo que siguió promoviendo durante el periodo objeto de examen con la firma de tres nuevos acuerdo.
De hecho la mayor parte del comercio de México se lleva a cabo con países con los que mantiene un acuerdo de libre comercio, pero especialmente con Estados Unidos.
Por otra parte, el texto recuerda que el país mantiene "varios" programas de incentivos para la agricultura y la pesca, y solicita "más reformas en el sector agropecuario para lograr una mayor productividad y mejorar la asignación de los recursos.
"Se han reducido las intervenciones que causaban mayor distorsión, pero el sostenimiento de los precios del mercado y los pagos basados en la producción siguen representando más de la mitad de la ayuda proporcionada a los productores".