Colombia puso en vigencia el nuevo régimen arancelario el 1º de marzo pasado bajo el concepto de proteger su industria de textiles y calzados, lo que significa la imposición de aranceles compuestos que gravan en forma directa las mercancías importadas.
La viceministra de negociaciones Comerciales Internacionales de Panamá, Diana Salazar, viajó a Colombia para participar en la VI Ronda de negociaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país suramericano.
Salazar también fue designada por el gobierno panameño para buscar una solución al conflicto desatado tras la imposición por parte de Colombia de nuevos aranceles a las reexportaciones desde la Zona Libre de Colón (ZLC).
El Ministro de Comercio e Industrias, Ricardo Quijano informó que Salazar “planteará en estas negociaciones la inquietud por los nuevos aranceles a la mercancía proveniente de la ZLC y espera resultados positivos de la delegación panameña para resolver este conflicto.
Desde octubre de 2010 las negociaciones para un TLC entre ambos países permanecían suspendidas, sin embargo tras diversas reuniones a nivel político y técnico se reanudaron esta semana en la ciudad colombiana de Medellín.
Fuentes empresariales que asisten al encuentro habían anticipado su preocupación por el tema de los aranceles impuestos por Colombia, y plantearon la necesidad de que si persiste la medida sería “urgente que también se evalúen posibles acciones en contra de las exportaciones provenientes de Colombia”.
La asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón, advirtió que la medida afecta cerca del 20% de las reexportaciones desde la zona franca, a raíz de lo cual podría disminuir el movimiento de carga desde Panamá hacia el país suramericano, y pone en peligro más de 5.000 empleos.
“Panamá necesita que se elimine en forma automática la medida de lo contrario los efectos serán evidentes en muy poco tiempo”, anticipó el presidente del gremio empresarial, Surse Pierpoint.
Agregó que “en este clima es imposible que avancemos en un Acuerdo Comercial que tienda a validar la lesión que se está generando sobre el comercio de mercancías desde Panamá”.
Colombia puso en vigencia el nuevo régimen arancelario el 1º de marzo pasado bajo el concepto de proteger su industria de textiles y calzados, lo que significa la imposición de aranceles compuestos que gravan en forma directa las mercancías importadas.
Según los usuarios de la ZLC, “sin duda es una clara violación a los principios de la Organización Mundial del Comercio e inclusive de los propios acuerdos que Colombia alcanzó en el marco de esta organización con principales proveedores y exportadores como China”.
El resultado es que los países comercializadores de productos provenientes de los países asiáticos y fundamentalmente China, reciben el impacto de esta sanción sin que haya mediado un esfuerzo conciliatorio previo, según los empresarios.
Colombia, es uno de los principales reexportadores de mercancías desde la ZLC, pero también un importante proveedor que abastece el mercado panameño de productos industriales y agrícolas, y figura entre los países con más inversiones extranjeras en rubros como la banca, comercio y servicios.
Sin embargo, Pierpoint señaló si bien los negocios entre ambos países potencian el crecimiento económico, “creemos en un comercio justo y que destaque las capacidades de cada socio comercial”, lo que hace urgente “que se suspendan los efectos de esta medida.”
En 2011 el intercambio comercial con Colombia alcanzó los 478 millones de balboas, sin tomar en cuenta los datos de la Zona Libre de Colón, cuyo comercio fue de 1.8 billones de balboas; lo que refleja la importancia que tiene para el país centroamericano dicho socio comercial