Apenas una docena de los 70 presidentes y jefes de Estado invitados asistían al estreno del tercer juego de esclusas, incluyendo mandatarios de Centroamérica y el Caribe, Chile, Paraguay y Taiwán, a los que se sumaron directivos de las mayores navieras del mundo y miles de entusiasmados panameños.
Ciudad de Panamá. Panamá inauguraba el domingo la demorada ampliación de su célebre Canal interoceánico en una ceremonia aguada por los llamados "Papeles de Panamá", un escándalo que salpicó a la elite global y manchó la reputación del país centroamericano.
Apenas una docena de los 70 presidentes y jefes de Estado invitados asistían al estreno del tercer juego de esclusas, incluyendo mandatarios de Centroamérica y el Caribe, Chile, Paraguay y Taiwán, a los que se sumaron directivos de las mayores navieras del mundo y miles de entusiasmados panameños.
A las 7.50 hora local (1250 GMT) el portacontenedores chino "COSCO Shipping Panamá" entró por la esclusa de Aguas Claras, en el Océano Atlántico, para iniciar el primer recorrido de un buque neopanamax de 9.472 TEUs hasta Cocolí, en el extremo Pacífico, donde se espera que llegue a las 17.00 hora local.
El consorcio liderado por la española Sacyr y la italiana Salini Impregilo entregó esta semana la obra por la que pasa el 5 por ciento del comercio mundial a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), y por la que ha desembolsado unos 5.400 millones de dólares hasta la fecha.
La obra casi triplica la capacidad de los buques hasta 14.000 TEUs (contenedores de 20 pies), con lo que abarcan al 98 por ciento de la flota mundial activa.
La delegación estadounidenses estaba encabezada por Jill Biden, esposa del vicepresidente Joe Biden, pese a que se llegó a esperar la asistencia de Barack Obama, dado que el país norteamericano terminó el canal en 1914, lo controló hasta 1999 y sigue siendo su principal usuario.
La Cancillería panameña consideró el acto un éxito diplomático por la asistencia de representantes de casi todos los países invitados, incluyendo grandes clientes como China, Japón, Perú, Corea del Sur, Colombia y México.
Pero analistas creen que el nivel de las delegaciones se vio afectado por la reciente filtración de millones de documentos del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca, que puso en evidencia como ricos y poderosos de todos el mundo utilizan sociedades offshore para evadir impuestos y lavar capitales.
"Desafortunadamente, sí ha habido una afectación en la reputación (por los Papeles) y eso indudablemente afecta al clima de negocios, incluyendo al Canal de Panamá", dijo el analista comercial Ernesto Bazán.