La huelga por tiempo indefinido que impulsa la Federación de Trabajadores Aceiteros de Rosario, que ya se extiende por 24 días, causó hasta ayer una pérdida global de US$ 120 millones, de acuerdo con publicaciones de medios argentinos.
Asunción. La huelga complica seriamente la exportación de casi todo el Río de la Plata, donde están incluidas embarcaciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia; es decir, afecta a toda la carga, sobre todo de cereales y aceites, que sale por los puertos del Gran Rosario.
De acuerdo con los datos procedentes de la zona del conflicto, el Gobierno del vecino país no quiere avalar subas salariales superiores a 27%, mientras que la mencionada federación refuerza, tanto las protestas como los piquetes y exige un acuerdo sobre el 36%.
La negociación se volvió tensa debido a los piquetes que impulsó la citada Federación en 15 plantas del complejo oleaginoso que no se adherieron a la medida de fuerza.
Según “La Nación”, de Buenos Aires, tras un nuevo fracaso en las negociaciones, el conflicto en las plantas cerealeras se tensó aún más luego de que la Federación Aceitera volviera a bloquear 15 plantas en el norte de Rosario, en fábricas que no se habían plegado al paro, que de forma alarmante ya lleva 24 días.
Medios argentinos alertan que la cadena productiva del sector agroindustrial está inmovilizada, no solo porque los camiones no descargan granos en las terminales –en esta época ingresan unos 7.000 camiones por día–, sino también porque en la Bolsa de Comercio de Rosario ya casi no hay operaciones de mercado.
Según cálculos de esa entidad, la semana pasada se vendió un promedio de 147.000 Ton. de soja por día, época en la cual, que es la de mayor demanda, se expenden a razón de 365.000 Ton. diarias.
No obstante, hasta el momento el conflicto sindical no generó faltantes significativos de aceite en las góndolas, según se informó.
En estos momentos preocupa a los operadores el hecho de que no hubo oferta en última reunión con el ministro de Economía, Axel Kicillof, lo que supone que los trabajadores portuarios del Gran Rosario seguirán con su plan de lucha, que es por tiempo indeterminado.