El país ha reducido en 1,2 puntos su medición pasando de 11,3 en 2009 a 10,1 en 2010.
Lima. La mejor ejecución de los programas sociales y la oportuna aplicación de medidas contracíclicas dispuestas por el gobierno el año 2009, como el Plan de Estímulo Económico (PEE) –que a abril de este año reportó una ejecución de 93%– han permitido que Perú consolide su posición en el Índice de Miseria (IM) en el mundo, reduciendo este indicador en 1,2 puntos, pasando de 11,3 en 2009 a 10,1 en 2010, refirió el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
El IEDEP de la CCL –que realiza por segunda vez el cálculo del Índice de Miseria en Perú–, destaca que estos resultados se explican por la solidez de los fundamentos macroeconómicos del país.
Para el presente año, Perú registra una de las menores puntuaciones del IM (10,1 puntos) respecto a lo registrado por otros países en el mundo (España 31, Grecia 22, EE.UU. 22,5) y representa el menor IM en América Latina frente a países como Chile 12,7, México 13,1, Brasil 13,9, Colombia 19,2 y Argentina 21,9.
La CCL recordó que, según información oficial, la pobreza en el Perú durante el 2009 se redujo en 1.4 puntos porcentuales respecto al año anterior, al pasar de 36.2% en el 2008 a 34.8% en el 2009.
Inflación y desempleo. En agosto del año pasado, el IEDEP de la CCL presentó por primera vez los resultados del Índice de Miseria en Perú. Cabe precisar que el IM fue elaborado en los años 70 por Arthur Okun, quien fuera asesor de los presidentes estadounidenses Kennedy y Johnson, durante la presidencia de Nixon, en la cual se registró una situación de estanflación (estancamiento + inflación).
El IM es la suma simple de las tasas de desempleo y de inflación, las cuales al registrar un aumento generan automáticamente un efecto de malestar social y tienen un correlato en las decisiones de los agentes económicos en cuanto a variables como el ahorro, la inversión y el consumo. Además, tiene un impacto negativo en las expectativas de los empresarios y los consumidores.
En esta oportunidad el IEDEP de la CCL ha estimado el IM bajo un escenario de pos crisis, considerando en su construcción, además de la inflación y el desempleo, el déficit fiscal como elemento determinante en la recuperación de la actividad económica mundial durante el último trimestre del 2009.
América Latina y el mundo. Para el 2010, basándose en estimados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Consensus Forecast, el IM se reduciría en toda América Latina, menos en Colombia y Argentina debido a problemas de desempleo en el primero e inflación en el segundo.
En cambio las economías avanzadas, a excepción de Grecia, seguirían registrando alzas en sus indicadores de miseria, siendo España la economía europea más afectada debido a su delicada situación fiscal y alto desempleo.
Mejor calificación. El IEDEP de la CCL destaca que el Perú tenga una calificación bastante aceptable, toda vez que un bajo índice de miseria implica para el país un menor costo de endeudamiento público a fin de solventar problemas de desempleo frente a otro episodio de crisis financiera y económica mundial.
“Esta favorable perspectiva para nuestro país ayuda a mejorar nuestra calificación de riesgo soberano así como a preservar y conseguir mejor posición en grado de inversión”, refiere la CCL.
Cabe anotar que Moody´s otorgó al Perú, a mediados de diciembre 2009, el grado de inversión, Standard & Poor's lo hizo en julio de 2008 y Fitch Ratings en abril de 2008.
Por la ruta correcta. El IEDEP de la CCL señala que si el Perú preserva la estabilidad macroeconómica y consolida las reformas estructurales (del estado, tributaria, laboral, capital humano y ciencia y tecnología, entre otras) se avanzará mucho más en la reducción de este indicador, poniéndonos a la par de las economías más competitivas y de menor grado de informalidad en el mundo, alcanzando así un óptimo desarrollo económico y social.
Para ello, además, es indispensable que el sector público siga incrementando la eficiencia y eficacia en el gasto, consolide el proceso de descentralización y continúe con la ampliación y modernización de la infraestructura, así como con la acción del sector privado en pro del incremento de la inversión y la ampliación de mercados,
todo lo cual redundará en mayor generación de empleo productivo y, por esta vía, en menor pobreza.