En su mensaje de fin de año, la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) expresó su preocupación, entre otras cosas, por la falta de medidas concretas para reactivar el consumo interno, que todavía está “muy desacelerado”.
Al respecto, el presidente de la cámara, Carlos Jorge Biedermann, citó una serie de temas que fueron “muy negativos” para el sector empresarial durante el año que culmina, encabezando la lista el “pésimo servicio” prestado por la ANDE, que hasta ahora no logra resolver el problema de los cortes de energía, y que para la CAP se ha convertido en una “verdadera amenaza nacional”.
Los anunciantes reclaman que, de una buena vez, el tema energético sea una prioridad para el gobierno, de forma que Paraguay sea una potencia regional y/o mundial en términos de la utilización de la energía eléctrica, de la cual dispone, pero es incapaz de aprovechar convenientemente.
Otra cuestión negativa que deja el 2016 para la CAP ha sido el aumento del salario mínimo y su anualización por decreto, a pesar de que llega a poca gente, es un factor generador de inflación, y puede afectar el IPC y la estabilidad monetaria y cambiaria.
La cámara sostiene también que el Presupuesto General de la Nación sigue privilegiando gastos rígidos y no inversiones, y critica el aumento del mismo por encima de la Ley de Responsabilidad Fiscal. También desaprueba el tope a los bonos para inversión y a la política monetaria del Banco Central del Paraguay.
Por otra parte, cuestiona la politiquería que está enturbiando el escenario económico, que se suma a los serios problemas de infraestructuras, como tratamiento de aguas, alcantarillado sanitario, cloacas, puentes, rutas, etc.
Critica igualmente a los entes públicos que han entrado a competir con el sector privado, en desigualdad de oportunidades para las empresas privadas. Asimismo, alerta sobre la inseguridad (física y jurídica) que afecta al clima emocional y al desempeño económico en general.
En cuanto a lo positivo, la CAP destaca el crecimiento del 4% de la economía, cuando se esperaba solo 3%; inflación baja y estable, debido quizás a la baja en el consumo, que no presionó en los precios, y tipo de cambio también estable. Resalta igualmente una importante disminución del contrabando (desde Argentina), debido a medidas del Gobierno del citado país vecino.