Federico Franco, quien está de visita oficial en España, afirmó que su objetivo principal es "instalar la marca Paraguay", un país con total seguridad jurídica, que "jamás ha nacionalizado empresas españolas".
Madrid, EFE. El presidente de Paraguay, Federico Franco, invitó este martes a los inversionistas españoles a ir a su país, "venimos decididos a encantar al inversionista español para que invierta en Paraguay", dijo Franco, que participó en un desayuno informativo en Madrid.
El político paraguayo, que se encuentra de visita oficial en España acompañado por el canciller y el ministro de Industria de su país, afirmó que su objetivo principal es "instalar la marca Paraguay", un país con total seguridad jurídica, que "jamás ha nacionalizado empresas españolas".
Según afirmó el presidente paraguayo, el FMI considera que Paraguay tendrá este año un crecimiento del 10,5% del PIB y goza de las mejores condiciones para el comercio de América Latina.
Franco destacó la situación geográfica estratégica de Paraguay como puente entre el Atlántico y el Pacífico, su riqueza energética, agrícola y de materias primas, además de su estabilidad jurídica, tributaria y monetaria e invitó a los empresarios españoles a ir a construir las infraestructuras que se necesitan.
"Estamos esperando los nombres de ustedes para que vayan a ganar dinero, que lleven en carretilla", dijo.
Reconoció el valor de la cooperación española, "nos encantaría que sigan apoyando con crédito, dijo, pero lo que queremos es que vengan a invertir" para ser "un país referente industrial" de América del Sur.
Franco defendió la gestión de su gobierno en la política energética, que calificó como "política de Estado" y justificó el fin de la cesión de energía a Brasil y Argentina para comenzar a hacer una política de industrialización.
"Este gobierno decidió no subsidiar y usar la energía para mejorar el país, afirmó.
El presidente de Paraguay apostó por un "divorcio" ente políticos y empresarios. La clase política debe "crear reglas claras para la libre competencia de las empresas", afirmó.
El político paraguayo defendió la legitimidad de su presidencia, a la que llegó tras una moción de censura en junio de 2012, que destituyó a Fernando Lugo.
"Jamás hubiera aceptado ser el presidente de la República si hubiera sido un golpe de Estado", "ni me arrepiento ni me avergüenzo de haber obtenido la presidencia en esas condiciones", dijo.
Acusó al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez de apoyar a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pero dijo, "vencimos al bolivarismo gracias a la moción de censura".
Aceptó el cargo, afirmó, para "iniciar un proceso de desarrollo y crecimiento y sembrar la semilla para el siguiente gobierno", a pesar de que a sus cincuenta años y con vocación política, lo inhabilita para otros cargos públicos en el futuro.
Federico Franco, que se definió como "un político de centro", reconoció el avance de la izquierda en América Latina, pero afirmó que "no es lo mismo el eje bolivariano que los gobiernos de centro -izquierda, que calificó de "responsables y previsibles", en referencia al gobierno de Brasil y a los anteriores de Chile y Uruguay.
En España viven alrededor de 80.000 paraguayos, que salieron de su país por motivos económicos o políticos, a los que el Franco invitó a volver porque dijo "hoy tenemos las condiciones para que ellos puedan regresar".