Jesús Seade, quien lideró las negociaciones por parte del gobierno entrante de México, dijo a Reuters en una entrevista que creía que el acuerdo, alcanzado el 30 de septiembre, crearía más empleos en Estados Unidos, pero que México lo haría aún mejor "si juega sus cartas bien".
Ciudad de México. El nuevo pacto comercial entre México, Estados Unidos y Canadá incrementa el proteccionismo en la región de América del Norte pero beneficiará más a México, dijo un negociador comercial de la segunda economía latinoamericana, pese al objetivo del presidente estadounidense, Donald Trump, de llevar empleos a su país.
Jesús Seade, quien lideró las negociaciones por parte del gobierno entrante de México, dijo a Reuters en una entrevista este lunes que creía que el acuerdo, alcanzado el 30 de septiembre, crearía más empleos en Estados Unidos, pero que México lo haría aún mejor "si juega sus cartas bien".
Las razones del aliado del presidente electo de México para mantenerse optimista son las ventajas en costos, especialmente en la industria automotriz, pilar de la economía local y del acuerdo comercial.
Trump obligó a Canadá y México a renegociar el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, que representa US$1,2 billones de comercio regional, porque dijo que el pacto instaba a las firmas estadounidenses a trasladar empleos a México.
Tanto Trump como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, han proclamado el pacto, alcanzado tras más de 13 meses agotadores marcados por las constantes amenazas del republicano de abandonar la renegociación, por considerarlo beneficioso para sus países.
El equipo negociador de México, encabezado por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, postuló durante el desarrollo de las negociaciones la necesidad de establecer normas comerciales para lograr que toda América del Norte sea más atractiva para la inversión.
Seade dijo que "sin duda" el acuerdo hace que el comercio sea menos libre que en el marco del TLCAN original, pero que sus restricciones, especialmente en el sector automotor, estaban diseñadas para atraer más producción a la región desde Asia y Europa.
"Este es un acuerdo que es más proteccionista. Por lo general no me gusta el proteccionismo, es malo. Pero es el proteccionismo de una región", que incluye a la economía más grande del mundo, dijo Seade de 64 años, un miembro fundador de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Según el texto publicado del nuevo pacto, el 75% del contenido de un automóvil debe fabricarse dentro de los tres países, y el 40% del valor de los vehículos ligeros deberá ser producido en áreas que pagan salarios de al menos US$16 la hora.
Si bien ese componente de salario, que no existe en el TLCAN actual, fue diseñado para traer más fábricas a Estados Unidos y Canadá, Seade dijo que el apartado que permite que una porción de los salarios más altos se pague a los trabajadores de administración, investigación e ingeniería, podría ser fácilmente alcanzado en las plantas mexicanas.
"Exiges que la producción sea de Norteamérica, no puede venir de Corea o de Alemania, y la economía más 'value for money' sigue siendo México", dijo Seade en inglés para referirse a los menores costos de producción de México respecto a sus socios comerciales en el bloque.
El negociador dijo que los acuerdos paralelos en el pacto, que protegen las exportaciones automotrices de una amenaza estadounidense de imponer aranceles del 25% a las importaciones de autos de todo el mundo, agregarían incentivos para que las firmas asiáticas y europeas lleven fábricas a la región.
"Aquí va a ser un magneto para la inversión extranjera muy fuerte", agregó.
Los comentarios de Seade se hicieron eco de una estimación de la industria mexicana de que la producción local de autopartes crecerá alrededor de un 10% en los próximos tres años, mientras las automotrices se apresuran a cumplir las reglas de contenido más estrictas fijadas en el Acuerdo de Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés).
Se espera que al economista formado en Oxford se le ofrezca un puesto en la administración del próximo mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pero dijo que aún no se ha acordado nada.
Agregó que se ha planteado la posibilidad de poder convertirse en embajador de México en China, donde actualmente es académico para la Universidad China de Hong Kong, en Shenzhen, pero aclaró que nada estaba decidido.