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Proyectan un Mercosur con perfil comercial y flexible
Sábado, Noviembre 28, 2015 - 13:01

La administración de Macri traerá consigo un "nuevo estilo" en su política exterior que le permitirá salir de su agenda de estancamiento

Montevideo. Para el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi, la administración de Macri traerá consigo un "nuevo estilo" en su política exterior que le permitirá al Mercosur salir de su agenda de estancamiento. Asimismo, dejará abierta la puerta para que sus miembros negocien acuerdos bilaterales con otros mercados, una estrategia que va en línea con los intereses que persigue Uruguay.

Seguramente la administración del presidente Mauricio Macri muestre un nuevo estilo en su política exterior, especialmente en cuanto a su relación con los organismos financieros internacionales y con la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esta última relación es clave, ya que la OMC ha reclamado por varias de las medidas aplicadas por Argentina, las que por cierto afectan el libre tránsito de las mercaderías exportadas por Uruguay a dicho país. En los últimos años, muchas empresas dejaron de colocar sus productos en Argentina por las trabas no arancelarias aplicadas por ese país, las que no fueron desmanteladas y lógicamente atentan contra las normas del Mercosur.

Es esperable que progresivamente (ya que no será automático) comiencen a mejorar las relaciones comerciales y los empresarios vuelvan a exportar a ese mercado. Para ello deberán desmantelarse las trabas aplicadas a las importaciones, pero especialmente es necesario que los actores recuperen la confianza en el mercado argentino, el que es muy atractivo para las empresas nacionales por su ingreso per cápita, tamaño, preferencias arancelarias, aspectos culturales y cercanía. Otro efecto tendrá que ver con la mejora en el entorno de negocios del país vecino, ya que es probable que algunas de las inversiones de Argentina captadas por Uruguay por la hostilidad para hacer negocios en el primer país, vuelvan a su país de origen. Por otro lado, el progresivo desmantelamiento de la red de subsidios indirectos a la producción en el país vecino equilibrará al menos parcialmente las condiciones de producción en algunos sectores, lo que podría ser positivo para las empresas uruguayas que compiten en desventaja.

La posición de Macri respecto al Mercosur es favorable para los intereses de Uruguay en términos de la flexibilización que ha sido reclamada por Uruguay. La nueva administración reconoce que el Mercosur está estancado y que se ha transformado en un foro político, lo que también ha sido resaltado por las máximas autoridades del gobierno uruguayo. Esta posición, que es coincidente con la de Paraguay, abre un nuevo escenario para el bloque, ya que por primera vez en muchos años Argentina muestra una posición que coincide con la planteada por las dos economías más pequeñas del bloque. Es esperable que el Mercosur asuma sus debilidades y acepte una flexibilización en base a una reformulación de sus objetivos originarios, lo que naturalmente no implica desconocer la importancia del bloque en otras áreas, las que podrán continuar e incluso consolidarse o profundizarse. En definitiva, Macri planteó la necesidad de acelerar la agenda externa del Mercosur, su afinidad comercial con Estados Unidos (incluso recordando el ALCA), la importancia de acelerar las negociaciones con la Unión Europea, mostrando, como también lo hicieron Uruguay y Paraguay, sumo interés en la Alianza del Pacífico, lo que sin duda desafía a Brasil en términos geopolíticos. Uno podría imaginarse que en este nuevo contexto político el Mercosur deberá volver a priorizar su pilar comercial y económico. Se abren posibilidades de flexibilizar, lo que permitiría negociar acuerdos de forma independiente al resto de los miembros del bloque.

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