El Reino Unido dejará la UE el 31 de enero y comenzará un período de transición que se extenderá hasta finales de 2020, durante el cual el país negociará su futura relación con el bloque, lo que deja solo 11 meses para sellar un acuerdo comercial.
Londres. Los frentes de batalla entre el Reino Unido y la Unión Europea están tomando forma en la agricultura, la pesca, la ayuda estatal, la banca y otros temas de cara al inicio de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio en marzo.
El Reino Unido dejará la UE el 31 de enero y comenzará un período de transición sin cambios que se extenderá hasta finales de 2020, durante el cual el país negociará su futura relación con el bloque.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha descartado prorrogar la transición y ha puesto en marcha un proceso para convertir en ilegal dicha extensión, lo que deja solo 11 meses para sellar un acuerdo entre la quinta economía más grande del mundo y su mayor bloque comercial.
El responsable de comercio exterior de la UE, Phil Hogan, advirtió a Londres la semana pasada de lo inoportuno de llevar las conversaciones al límite. "Tenemos que despertar a esta realidad de que el juego marrullero y la diplomacia del borde del abismo no va a funcionar en esta ocasión".
Relación futura. Además de los términos comerciales, es probable que un acuerdo entre la UE y el Reino Unido abarque la cooperación en materia de seguridad y defensa, los enlaces de energía y transporte, los derechos de pesca, los flujos de datos y la participación del Reino Unido en los programas de la UE en el ámbito de la ciencia, el espacio y otras áreas.
Calendario. La Comisión Europea, que negocia en nombre de los 27 miembros restantes de la UE, planea discutir sus objetivos a principios del mes próximo antes de presentarlos a los Gobiernos de la UE el 25 de febrero. El Reino Unido también expondrá lo que espera de las conversaciones.
Se espera que el diálogo comience en marzo y el acuerdo debe estar completado para octubre a fin de que pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2021, ya que tendrá que ser revisado por abogados, traducido a los otros 22 idiomas de la UE y presentado a los Gobiernos de la UE y al Parlamento Europeo para su aprobación.
Si el Reino Unido cambia de opinión y pide que se extienda la transición, tendría que solicitarla antes del 30 de junio. Se puede conceder una prórroga de hasta dos años.
Principales obstáculos. El acuerdo debería ser más sencillo en cuanto a la cooperación en materia de seguridad y transporte, pero más estricto en los siguientes temas:
Normativas/estándares - La UE teme que Londres intente alejarse del bloque en áreas como las normas medioambientales y laborales, convirtiéndose en un "Singapur del Támesis" de regulación laxa.
Por contra, el Reino Unido no quiere comprometerse a mantener unas reglas de la UE que harían más difícil llegar a acuerdos con otros países, especialmente con Estados Unidos.
El ministro de Finanzas, Sajid Javid, dijo la semana pasada a las empresas que tendrían que adecuarse a nuevas normas para los negocios transfronterizos.
Servicios - Los acuerdos comerciales suelen centrarse en el flujo de bienes, pero el Reino Unido quiere mantener un buen acceso a los mercados de la UE para sus empresas de servicios, en particular los servicios financieros, que tienen un superávit comercial con la UE. Bruselas dice que el Reino Unido no puede tener el mismo acceso que antes porque ya no quiere atenerse a las reglas de la UE en áreas como la inmigración. Muchos bancos y empresas financieras han establecido operaciones en el bloque para minimizar los trastornos.
Pesca - La UE quiere que sus flotas mantengan el acceso a las aguas británicas, mientras que el Reino Unido quiere aumentar sus capturas.
Agricultura - Es poco probable que Francia y otros países con fuertes grupos de presión agrícolas acepten importaciones ilimitadas de Reino Unido. Además, si Reino Unido llega a un acuerdo comercial con Estados Unidos, aceptando los estándares de seguridad alimentaria de Estados Unidos que no están permitidos en la UE, esto podría limitar las exportaciones agrícolas británicas a Europa.
¿Quién está a cargo? El hombre a cargo por parte de la UE es Michel Barnier, un exministro de relaciones exteriores francés que ha dirigido en Bruselas reformas del sector financiero y las conversaciones sobre el acuerdo de divorcio con Reino Unido.
Frente a él estará David Frost, un diplomático que dirigió el lado londinense de las conversaciones de divorcio durante sus últimos meses.