Mientras el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, destacó que la aprobación del TLC es una victoria para la economía de EE.UU., así como para las políticas bipartidistas de Washington, el senador demócrata por Ohio, Sherrod Brown criticó abiertamente la aprobación del mecanismo, afirmando que "deberíamos estar avergonzados de nosotros mismo".
La amplia aprobación este miércoles de los Tratados de Libre Comercio de EE.UU. con Colombia, Panamá y Corea del Sur generaba reacciones dispares entre los senadores estadounidenses.
El tratado comercial Estados Unidos-Colombia fue aprobado por votación de 262-167 mientras que el pacto con Panamá obtuvo 300 votos a favor y 129 en contra. El acuerdo con Corea del Sur recibió una votación de 278-151.
Legisladores demócratas y republicanos se unieron para aprobar los tratados, donde el de Colombia fue el que recibió menos respaldo.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, hizo una férrea defensa de la aprobación de los tres tratados para la economía de EE.UU.
"Esta noche estamos haciendo algo muy importante por nuestro país y lo estamos haciendo a partir de un acuerdo de base bipartidista", sostuvo McConnell. En esa línea, declaró que "cualquiera que diga que las dos partes (Partido Republicano y Demócrata) no pueden ponerse de acuerdo sobre cualquier cosa, es ignorar los hechos".
Decenas de senadores expresaron su confianza en que los acuerdos aprobados contribuyan a crear puestos de trabajo y estimular las economías de los estados.
En ese marco, una defensa más relativa hizo el senador demócrata por Montana, Max Baucus, quien dijo que el acuerdo con Panamá sería un gran impulso para la economía agraria de su estado, aunque reconoció implícitamente que ello podría implicar la pérdida de puestos de trabajo a nivel local, a partir de la experiencia de TLC's anteriores.
"Este acuerdo de libre comercio proporcionará nuevas oportunidades lucrativas para los agricultores de Montana", dijo Baucus.
Sin embargo, algunos senadores, partícularmente los representantes de zonas urbana, criticaron la aprobación de los tratados.
Los senadores demócratas por Ohio y Pensilvania, Sherrod Brown y Bob Casey, criticaron los acuerdos.
"Deberíamos estar avergonzados de nosotros mismos para la aprobación de estos acuerdos y
aprobándolo de este modo", sostuvo Brown, quien también se opuso al procedimiento legislativo que aceleró los proyectos de ley que buscaban aprobar los tratados bilaterales con Colombia, Panamá y Corea del Sur mediante un debate abreviado que sólo requirió una mayoría simple para su aprobación.
Fin a una larga escacez de aprobaciones. La decisión de los legisladores de la Cámara de Representantes marca el final de una larga escasez de pactos de libre comercio en Estados Unidos. Cada uno de los acuerdos estuvo atascado en la Casa Blanca por al menos cuatro años.
"Enviaremos una fuerte señal al mundo de que Estados Unidos ha regresado al área comercial", dijo el representante Kevin Brady, un republicano, durante un encuentro con grupos empresarios.
Se espera que las exportaciones de bienes agrícolas y manufacturados de Estados Unidos crezcan con la aprobación de los tres tratados a medida que los aranceles son retirados. Los acuerdos también abren los mercados a nuevas compañías estadounidenses del sector servicios, como banca, seguros y entrega de encomiendas.
Los críticos sostienen que los tratados perjudicarán el empleo en Estados Unidos, pero el gobierno de Barack Obama y otros auspiciadores afirman que respaldará la apertura de decenas de miles de empleos.
Las mayores ganancias se esperan del tratado con Corea del Sur, un viejo aliado de Estados Unidos y una economía de un US$1billón en una región cada vez más dominada por China. El pacto ayudará a anclar la presencia estadounidense en la región de rápido crecimiento del Asia Pacífico y le permitirá a Estados Unidos participar de su desarrollo, dicen analistas.
El presidente Obama envió los tres tratados al Congreso hace apenas nueve días, cuatro a cinco años después de haber sido negociados con los respectivos países. Los pactos encontraron oposición en el Partido Demócrata de Obama ante preocupaciones por las prácticas laborales en el extranjero y el temor de que una mayor competencia ponga en peligro el empleo.
Los tres acuerdos aprobados el miércoles por la Cámara de Representantes fueron negociados y firmados durante el gobierno del ex presidente George W. Bush, quien no logró ganar la aprobación de un Congreso controlado por los demócratas antes de dejar la Casa Blanca en el 2009.
El mas antiguo y controversial de los tratados, el de Colombia, fue firmado en noviembre del 2006 y los otros dos a mediados del 2007. Desde entonces, otros países han negociado una serie de nuevos pactos comerciales en todo el mundo.
Respaldo más débil: Colombia. El respaldo para el pacto con Colombia fue el más débil de los tres. Muchos demócratas sostienen que Colombia debe hacer más para evitar el asesinato de líderes sindicales y trabajadores, y llevar a la justicia a los responsables.
La Casa Blanca se ha comprometido a que el tratado comercial con Colombia no entrará en vigencia sino hasta que Bogotá "haya implementado exitosamente elementos clave" de un plan de acción para contener la violencia en el país.
* Con información de Reuters.