Washington apunta a las empresas chinas de alta tecnología para castigarlas por obligar a las compañías estadounidenses a entregar secretos a cambio de que se les permita operar en el país.
Washington. El gobierno del presidente Donald Trump está tratando de imponer aranceles por US$60.000 millones a importaciones chinas y apuntará a los sectores de tecnología y telecomunicaciones, dijo este martes una fuente que discutió el asunto con la Casa Blanca.
Una segunda fuente con conocimiento directo del razonamiento del Gobierno dijo que los aranceles podrían anunciarse "en un futuro muy próximo" y que, si bien estaban orientados a la tecnología y la propiedad intelectual, podrían ser mucho más amplios y la lista eventualmente podría llegar a 100 productos.
La Casa Blanca no quiso comentar el tamaño o el momento de cualquier medida.
Washington apunta a las empresas chinas de alta tecnología para castigarlas por obligar a las compañías estadounidenses a entregar secretos a cambio de que se les permita operar en el país.
China tiene un superávit comercial de US$375.000 millones con Estados Unidos y cuando el principal asesor económico del presidente Xi Xinping visitó Washington, recientemente, el gobierno lo presionó para que busque una manera de reducir la diferencia.
Trump llegó a la presidencia con una agenda proteccionista y su primera medida como presidente fue sacar a Estados Unidos del pacto comercial de 14 naciones del Pacífico conocido como Asociación Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
El gobierno ha iniciado además conversaciones para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y recientemente ha impuesto aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
Si bien los aranceles a los metales son considerados relativamente insignificantes en términos de importaciones y exportaciones, medidas dirigidas directamente contra China suponen el riesgo de una respuesta directa y dura por parte de Pekín.