El encargado europeo de Comercio afirmó que el pacto comercial con el bloque sudamericano impulsará las exportaciones de productos y servicios y abrirá nuevos empleos en el sector público.
En un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Karel De Gucht dijo que el acuerdo de libre comercio con los países del Mercosur -Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay - impulsará las exportaciones de productos y servicios de la UE y abrirá nuevos empleos en el sector público.
La UE y el Mercosur negociaron por casi cinco años entre 1999 y el 2004 para establecer una zona de libre comercio, pero no lograron un acuerdo en parte por las diferencias sobre los productos agrícolas. Después de años de estancamiento, las conversaciones se retomarían en julio.
De lograrse un acuerdo, algo que podría tardar años de negociaciones, se crearía la zona de libre comercio más grande del mundo, con 750 millones de personas y bienes avaluados en 65.000 millones de euros (US$82.000 millones) al año.
"La comisión es muy consciente de la sensibilidad de la agricultura en estas negociaciones y tomará en cuenta este elemento durante las negociaciones", dijo De Gucht a los legisladores en alusión al ejecutivo de la UE, que encabeza las conversaciones.
De Gucht dijo que había buenos indicios de que el Mercosur abriría sus mercados a las exportaciones europeas de los sectores de "bienes, compras públicas y servicios", y sostuvo que un acuerdo impulsaría las exportaciones de los productores de vino, quesos, frutas y vegetales europeos.
Con esa declaración, el funcionario trató de responder a los temores de los agricultores europeos, un grupo de presión muy poderoso en la UE, y de sus patrocinadores en el Parlamento, respecto a que un acuerdo comercial afectaría la agricultura europea, especialmente a los productores de pollo y carne.
Los productos de carne, cerdo y pollo del Mercosur sólo podrían ingresar a la UE si cumplen una serie de restricciones legales y controles sanitarios y de seguridad, dijo De Gucht.
"Dejémoslo muy claro, no hay intenciones de negociar nuestros requisitos de salud y seguridad", afirmó el funcionario.
"Agrícolas bajo amenaza". Los agricultores y ambientalistas siguen dudando del tratado, y muchos miembros del Parlamento Europeo, que adquirió mayores poderes tras la aprobación del Tratado de Lisboa en diciembre pasado, se oponen al pacto.
"Los agricultores de la UE y el sector alimenticio lo ven como un desastre", dijo Mairead McGuinness, miembro irlandés del Parlamento de la coalición de centro derecha EPP, el bloque mayoritario en la asamblea.
"Hay grandes consecuencias para el medioambiente si el acuerdo permite una expansión de la producción de carne en la región del Mercosur. Estados Unidos y Japón no contemplarán acuerdos con el Mercosur que sacrifique su sector agrícola. Es difícil entender por qué la UE está preparada para alcanzar un acuerdo".
Los negociadores comerciales de la UE son conscientes de que un acuerdo con el Mercosur daría al bloque de 27 países una ventaja sobre Estados Unidos, cuyos intentos por penetrar en los crecientes mercados de América Latina mediante tratados de libre comercio se han visto frustrados hasta ahora.