Con respecto al acuerdo UE-Mercosur, optimismo y una fecha quedan sobre la mesa después de la cumbre entre la Unión Europea y Brasil.
“El 21 de marzo habrá una nueva reunión para presentar una ruta hacia el acuerdo. Creo que todo el mundo se está preparando para esa reunión y ahí serán sistematizadas las ofertas” explicaba a DW Tatiana Porto, directora de la Agencia de Promoción Comercial y Atracción de Inversiones (APEX) de Brasil.
Al parecer, el momento pinta bien. “Nunca han estado tan cerca de cerrar este acuerdo, porque existe un esfuerzo muy consistente del sector privado de ambos lados”, dice la directora de la asociación que reúne a 70 sectores de la economía, desde el artesanato hasta la aviación.
Después de casi cuatro años de relanzadas las negociaciones y de más de una década de haber identificado un acuerdo entre el bloque sudamericano y el europeo como un objetivo preciado pero lejano y difícil, el optimismo esta vez marca la diferencia.
¿Más cerca que nunca? La situación es compleja. Si por un lado la UE y Brasil, a la cabeza del gran mercado del sur, y la UE subrayan sus afinidades, por otro las barreras comerciales de ambos lados, las crisis, las desavenencias -como las quejas por proteccionismo ante la Organización Mundial del Comercio- hacen, al parecer, tener que subrayar muy especialmente que esta vez sí va en serio. ¿Por qué?
“Porque Europa viene saliendo de una larga crisis y Brasil también pasa por un momento en donde precisa de esos acuerdos comerciales para avanzar de una forma más eficiente en el mundo. Creo que esa convergencia de intereses, que aunque siempre existió ahora es mucho mayor”, explica Porto.
“La crisis europea ha pasado y Mercosur se encuentra en una situación crítica y decisiva en América del Sur debido a Argentina. Por eso debemos actuar”, dice por su parte a DW Richard Weber, presidente de Eurochambres, asociación de cámaras de comercio europeas.
Grandes proyectos. En todo caso, ambos representantes del empresariado ven con buenos ojos y optimismo el estado de las negociaciones para negociar de bloque a bloque.
“La industria electrónica y el ramo energético, el del petróleo y el gas”, se beneficiarían especialmente de ello, dice Weber. A inversiones en infraestructura energética, ferroviaria y portuaria apuntaba, durante la cumbre la presidente brasileña Dilma Rouseff.
¿Y las pequeñas y medianas empresas? “Mercosur necesita en este momento de las inversiones de las grandes empresas, porque tienen más poder”, explicaba Weber. Con todo, aunque todavía no están en el foco, Eurochambres está consciente de que, para las inversiones, las pequeñas y medianas empresas son sustanciales.
“Creo que este si está bien estructurado va a ser benéfico para las empresas de todos los portes. Ya hemos avanzado en el tema de asociación de pymes con Italia y con Alemania. Estoy segura que el acuerdo vendrá a consolidar esas asociaciones y ayudará a que abran a otros países de la UE”, prevé Porto.
Un tren, dos vías. Como fuere, el objetivo es tener a todos los miembros activos de Mercosur –Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil- en el acuerdo. Venezuela se encuentra todavía en fase de adecuación al bloque y no participa, por ahora, de las negociaciones. Con todo, y a pesar de que los especialistas afirman que no esta posibilidad en realidad no existe, en el aire está la idea de que si no es con Mercosur entero, pues sólo con Brasil.
“Nuestro bloque sólo está completo con Argentina. Es un desafío, sin duda, no podemos negarlo, pero si se llegó tan cerca de la conclusión del acuerdo, sería una gran pérdida no tener a Argentina, integrando Mercosur como debe ser”, acota la representante brasileña. En todo caso, un paso más hacia la claridad se espera del encuentro del Mercosur en Montevideo el siete de marzo, en donde los socios sudamericanos cotejarán sus respectivas ofertas para la contraparte europea.
“La situación será especial y política. Tiene que haber una solución política para el problema con o sin Argentina. Con Mercosur o sólo con Brasil. Tenemos que ir como un tren por dos vías, al mismo tiempo y diplomáticamente”, explica Weber que pone el horizonte para despejar esta duda en el 21 de marzo.