Pese a las promesas, las posibilidades de que la Unión Europea convenza a Argentina y Brasil a destrabar un demorado acuerdo de libre comercio con Mercosur lucen más lejanas que nunca.
Santiago. Líderes de Latinoamérica y la Unión Europea se comprometerán este fin de semana a evitar el proteccionismo y mejorar el clima de negocios a ambos lados del Atlántico para dejar atrás una serie de roces comerciales recientes, según el borrador de la declaración final de una cumbre que realizan en Chile.
Pese a las promesas, las posibilidades de que la Unión Europea (UE) convenza a Argentina y Brasil a destrabar un demorado acuerdo de libre comercio con la unión aduanera Mercosur lucen más lejanas que nunca, con los dos gigantes latinoamericanos poniendo obstáculos a las importaciones para defender sus industrias.
Un pacto con el Mercosur, que también integran Uruguay, Paraguay y Venezuela, sería una buena noticia para la UE que está a la caza de nuevos mercados para superar una profunda crisis económica que ya lleva tres años.
Una serie de recientes nacionalizaciones ordenadas por los gobiernos de izquierda de Buenos Aires y La Paz contra activos españoles tensaron aún más relaciones y provocaron fuertes críticas de Bruselas.
Los líderes europeos y latinoamericanos que se reunirán el sábado y el domingo en Santiago parecen ahora más dispuestos a expresar al menos un tono más conciliatorio en la declaración final de la cumbre, de acuerdo al borrador visto por Reuters.
El contingente europeo estará encabezado por la canciller alemana Angela Merkel y el jefe de gobierno español Mariano Rajoy.
"Rechazamos firmemente todas las medidas coercitivas de carácter unilateral que son contrarias a las leyes internacionales y las normas de libre comercio comúnmente aceptadas", dirán los mandatarios en el documento.
"Acordamos que este tipo de práctica supone una seria amenaza contra el multilateralismo", destacarán.
La incertidumbre respecto de la salud del presidente venezolano Hugo Chávez, quien sufre de cáncer, sobrevolará la reunión de dos días, cuyo objetivo es profundizar los lazos comerciales de Europa con una región que fue poco afectada por el freno económico mundial.
Chávez no ha sido visto en público desde que lo operaron de cáncer en Cuba hace seis semanas y no logró estar presente en su propia juramentación para un nuevo mandato de seis años.
La estabilidad del país petrolero preocupa a muchos funcionarios y diplomáticos que asisten a la cumbre.
Latinoamérica, dividida. Desde que los legisladores de la UE aprobaron pactos de libre comercio con Colombia, Perú y seis países centroamericanos en diciembre, la división entre los defensores del libre comercio y los escépticos se profundizó en Latinoamérica.
Brasil y Argentina, dos grandes exportadores de materias primas agrícolas, y Venezuela, un gigantesco productor de crudo, se han mostrado poco dispuestos a reducir barreras comerciales.
En años recientes, Brasil y Argentina tomaron medidas para proteger a su industria local que los críticos calificaron como proteccionistas.
"Hay una tendencia cada vez mayor en parte del Mercosur para adoptar medidas proteccionistas, algo que genera dudas sobre la probabilidad de que haya suficiente voluntad política para abrir los mercados", reconoció el comisario de comercio de la Unión Europea, Karel De Gucht, en un discurso ante el parlamento europeo el 17 de enero.
La presidenta Cristina Fernández nacionalizó en mayo pasado la petrolera YPF, en manos hasta entonces de la española Repsol. Bolivia expropió en diciembre dos empresas de energía que pertenecían a la española Iberdrola.
"En economía, la seguridad y la confianza es un elemento capital para que haya inversión", dijo Rajoy en una rueda de prensa con el presidente chileno, Sebastián Piñera, en una referencia a las nacionalizaciones.
"El gobierno de España tiene derecho (...) a que, cuando las cosas se han hecho bien y cuando se han cumplido y se les ha dado unas condiciones el gobierno a las empresas y los particulares, a que éstas sean respetadas, en cualquier caso estamos dispuestos a hablar", explicó.
Argentina se ha negado a negociar una indemnización por la expropiación del 51% de YPF, valorado por Repsol en unos US$10.000 millones.
En diciembre, la UE pidió a la Organización Mundial del Comercio que obligue a Argentina a dar marcha atrás a una serie de barreras proteccionistas que levantó para frenar el ingreso de importaciones.
A pesar de las dudas y las persistentes disputas por los subsidios europeos a sus agricultores, Brasil propondrá en la cumbre relanzar las negociaciones comerciales entre la UE y el Mercosur, iniciadas en 1995.
Los líderes europeos saben que necesitan a América Latina en un momento en el que las economías de España e Italia están en recesión, y la eurozona conformada por 17 países recién está comenzando a mostrar señales de que se puede recuperar de la crisis de deuda que casi la destruye.
El comercio entre la Unión Europea y Latinoamérica se ha más que duplicado en la última década para alcanzar unos 200.000 millones de euros (US$280.000 millones) el año pasado, y Europa es el principal inversor extranjero en América latina y el Caribe.
Pero, también hay una gran disparidad económica entre las regiones. El Producto Interno Bruto de la Unión Europea es tres veces mayor, con US$17,6 billones.