La principal tarea que tienen hoy los equipos negociadores de ambos bloques es la de "superponer" cada una de las ofertas en los capítulos de bienes y servicios.
Observa.com.uy Los negociadores del Mercosur y la Unión Europea (UE) se volvieron a ver las caras ayer en Montevideo luego del primer intercambio de ofertas en una década que se celebró en Bruselas en mayo para avanzar en la concreción de un Tratado de Libre Comercio (TLC). "Es una instancia más de las varias que habrá; no tendrá grandes anuncios", se limitó a decir una fuente que ayer participó de uno de los equipos negociadores cuya tarea culminará hoy.
Otro informante al tanto del proceso explicó que esa será "una de las tantas" instancias de intercambio que mantendrán ambos equipos en lo que resta de este año y que seguramente se extenderán a 2017. En esta oportunidad participaron dos negociadores por Uruguay acompañados por representantes de Brasil, Argentina y Paraguay, además del equipo de negociadores que arribó de la UE. La principal tarea que tienen hoy los equipos negociadores de ambos bloques es la de "superponer" cada una de las ofertas en los capítulos de bienes y servicios para "ver dónde hay diferencias", apartarlos, y luego crear grupos específicos de negociadores para intentar encontrar una salida.
En caso que no se logren avanzar, se "apartarán" esos capítulos para evitar un "trancazo" de la negociación por un TLC y seguir avanzando en aquellos puntos donde hay "coincidencias", dijo una de las fuentes. Destacaron como "positivo" que hoy los intercambios se hagan con "una oferta concreta" sobre la mesa, algo que no ocurría desde un intento frustrado en 2004, cuando la negociación fracasó porque ninguna de las partes quedó conforme.
"Hay que limpiar de la cancha. Todo lo que hace ruido y no vale la pena discutirlo para luego comenzar a armar los grupos para temas como los bienes agrícolas", indicaron.
Oferta europea para carne. El primer intercambio de ofertas en Bruselas dejó un "gusto amargo" para los industriales cárnicos del Mercosur que esperan algo tangible sobre mejoras en el acceso de ese producto. Es uno de los capítulos más sensibles para la UE por la resistencia que genera en países fuertemente proteccionistas en esa materia liderados por Francia e Irlanda. Hace un par de semanas el canciller uruguayo Rodolfo Nin Nova, transmitió tranquilidad al sector privado del bloque regional. Durante su participación en Foro Mercosur de la Carne (FMC), aseguró que la proteína animal será incluida en el TLC y dijo que su detalle será negociado en una instancia posterior.
El FMC, que tiene su sede en Montevideo, y está integrado por gremiales de productores e industriales frigoríficos de la región, bajo la presidencia pro tempore del paraguayo Carlos Luis Pedretti Fernández, ofreció su apoyo para acompañar la negociación como órgano asesor de la cancillería uruguaya con toda la información técnica y comercial que sea necesaria. En declaraciones a radio Carve, Nin Novoa había reconocido que la oferta del Mercosur tampoco era una "maravilla",
"Solo el 16% de los productos los desgravamos a 10 años y el 50% a 15 años, que es el plazo máximo. Lo nuestro tampoco es una maravilla. Lo que hicimos fue cumplir con los parámetros que era del 87% de la cobertura de bienes y servicios", informó el canciller. En la otra vereda, la UE ofreció una desgravación arancelaria "inmediata" para una canasta del 20% de sus productos.
Según supo El Observador, la oferta que la UE está discutiendo en su interna para mejorar el acceso de la carne bovina del bloque regional irá por dos grandes vías. La primera es que se acceda a una ampliación del cupo Hilton que tienen los cuatro países del Mercosur, y luego se proceda a una reducción gradual de los aranceles.
La otra opción que se baraja es que se reduzcan los aranceles que hoy están vigentes para la cuota Hilton y en un futuro se vayan ampliando los volúmenes que pueden ingresar con preferencia arancelaria. Hoy, en la cuota Hilton, Argentina accede con un cupo de preferencia arancelaria (paga 20%) de 28.000 toneladas, Uruguay (6.800 toneladas), Brasil (5.000 toneladas) y Paraguay 1.000 toneladas. En 2004, la UE ofrecía en materia de carne vacuna un cupo para los cuatro países del bloque de 100 mil toneladas, que debería luego redistribuirse entre los miembros plenos del bloque.
La firma de un acuerdo comercial de esta naturaleza entre los dos bloques puede significar reducir los aranceles a la mitad para los países de la región, que en el caso de Uruguay representaría obtener una diferencia a favor de U$S 55 millones anuales, pero que en caso de lograr una duplicación del volumen de la cuota Hilton, las divisas generadas aumentarían ese plus a U$S 100 millones por año. Estos datos fueron destacados en algunas de las conclusiones del trabajo titulado Posibles implicancias para el sector cárnico de un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, analizado en el curso de posgrado en industria cárnica 2015/2016 que dictan la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Comparten agitación política. La negociación del TLC entre Europa y el Mercosur ocurre en un momento "complejo" de inestabilidad política en ambos bloques. En el bloque regional, el cambio de rumbo y mayor apertura que muestra Argentina con el gobierno de Mauricio Marci -que se sumó al apremio que tienen Paraguay y Uruguay para avanzar con la firma de un TLC, fue trastocada por la grave crisis política que golpea al gigante de la región: Brasil. En la otra vereda, el empuje que da Alemania y los países nórdicos a la negociación con el Mercosur se ve interferido con episodios como el Brexit en Inglaterra o las elecciones que habrá en Francia e Italia.