Se asegura que el sector se expandiría impulsado por energía más barata, un dólar favorable y renglones asociados a construcción.
La industria cerró el año pasado al igual que en 2012: con balance en rojo y decrecimiento de 1,2%. Sectores como impresión, tejidos, minerales no metálicos, papel y fabricación de equipos de transporte registraron resultados negativos. Sin embargo, de acuerdo con un informe de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), en enero de este año algunos industriales volvieron a ver números verdes acompañados de una mayor demanda de energía y de un índice de confianza industrial en alza.
“El cierre de 2013 en el sector industrial fue descorazonador. La meta que se había fijado el Gobierno con el Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo (PIPE) hablaba de un rebote de 1,5%, pero hubo un ‘descache’ de 3 puntos porcentuales”, le dijo a este diario el presidente de la ANIF, Sergio Clavijo, quien cree que las señales vistas en el primer trimestre son más esperanzadoras para la industria.
“Pronosticamos un crecimiento industrial a tasas del 2% o el 3% al cierre de 2014. Esto dependerá en parte del abaratamiento energético. Estamos esperanzados en que la devaluación del peso le dé una mano a exportadores”, explicó el directivo, quien cree que una tasa de cambio (dólar) de $2.000 sería un nivel óptimo para los industriales.
Para la ANIF, la producción industrial al cierre de 2014 crecería al 3,6%. Además, la organización estima que la recuperación del sector será lenta y que estará enfatizada en “sectores asociados con la construcción y el procesamiento de alimentos”. Sin embargo, el documento dice que el ensamblaje de vehículos, la maquinaria y los aparatos eléctricos, entre otros, continuarán rezagados.
Sumado a esto, cuenta Clavijo, para los empresarios persisten serios problemas, como el lento desarrollo de la infraestructura. “El transporte sigue siendo caro y la tabla de fletes, que se iba a eliminar, ha vuelto a aumentar los costos. La apertura comercial tomó a Colombia desvalida en competitividad”.
De acuerdo con el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, una señal de que la industria se está recuperando es que la creación de empleo en este sector aumentó 2,3% anual en febrero de 2014. “Esto sugiere una consolidación en el crecimiento industrial en el primer trimestre de este año”.
El actual contexto, de acuerdo con las minutas de la más reciente reunión de la junta directiva del Banco de la República, muestra que, aunque las ventas minoristas han crecido, de la mano de un mayor consumo de energía y de un descenso continuado del desempleo, “el retroceso de la confianza del consumidor en febrero, la debilidad de las exportaciones y de la industria manufacturera apuntan en sentido contrario”.
Según el documento del Emisor, “la industria continuó mostrando un desempeño débil. Cabe señalar que el comportamiento sectorial es bastante dispar: mientras que ramas como ingenios, molinería y almidones, confecciones, otros productos alimenticios y elaborados de metal mostraron crecimientos elevados, otras como vehículos, productos químicos y actividades de edición registraron caídas importantes”.
Aunque el panorama pinta mejor este año, Clavijo concluye que el Estado sigue en deuda con la industria, ya que no existe una política industrial que ataque los problemas estructurales del sector. Señala que ésta debería enfocarse en infraestructura, ajuste del precio laboral unitario a la realidad del trabajador local, mejoramiento de la calidad educativa y atracción de inversión extranjera y tecnología.