La economía mundial se encuentra en una situación algo extraña en la que el crecimiento llegará de la mano de las economías desarrolladas en lugar de las economías emergentes.
Sala de Inversión. A simple vista, nuestro indicador de seguimiento del Índice de Gestores de Compras global sugiere que los fabricantes de todo el mundo han incrementado su actividad. Se espera que esto se traduzca en un crecimiento mayor en línea con mis perspectivas de 2014.
En estos momentos, nuestro indicador de seguimiento del Índice de Gestores de Compras global se sitúa en 54,2 en diciembre, sin cambios desde noviembre, aunque sigue siendo el nivel más elevado desde hace más de un año, lo que da la pauta de que la actividad económica está aumentando entre los fabricantes de todo el mundo. Aunque todavía se espera la publicación de otros países con sus respectivos informes de diciembre, los pesos pesados como los EE.UU, la zona euro y China ya lo han hecho, y la tendencia apunta claramente a un refuerzo del crecimiento en la economía mundial.
Sin embargo, siguen las diferencias regionales entre las “antiguas economías” como los EE.UU. y el Reino Unido, que están cerca de sus máximos cíclicos y la zona euro ha mejorado notablemente en los últimos meses, desde 48,8 a mediados de 2013, hasta el nivel de 52,7 seis meses después. Por otra parte, China está sufriendo para salir del rango de 50-51 del que no escapa desde hace más de un año. Su crecimiento más lento no es solo un problema para el gigante asiático. Australia también está sufriendo, con un nivel de 47,6 en diciembre, y tan solo ha apuntado a una expansión en dos de los últimos doce meses (es decir, por encima de 50).
Los fabricantes están incrementando la producción ¿pero se va a acumular toda la producción en las estanterías de las compañías? No, la demanda estará encabezada por los EE.UU., donde el gasto en consumo va a aumentar a medida que se desvanezcan los efectos del aumento de impuestos y la reducción del consumo público a principios de 2013. Si bien continúa el proceso de desendeudamiento en la zona euro y la tasa de desempleo está cerca del máximo histórico, los vientos en contra están amainando. Las duras medidas de austeridad impuestas en la periferia de la zona euro han rebajado su volumen y su alcance, y esto arroja un cambio lento en la demanda doméstica tras varios años de fuertes caídas.
En síntesis, la economía mundial se encuentra en una situación algo extraña en la que el crecimiento llegará de la mano de las economías desarrolladas en lugar de las economías emergentes. Por lo tanto, se entiende perfectamente el incremento de la actividad y el optimismo entre los fabricantes; luego de varios años de angustia, los consumidores de los países occidentales vuelven a gastar.
Los informes del Índice de Gestores de Compras de diciembre parecen confirmar mi visión de que el crecimiento global será mayor este año. No se pierdan las Perspectivas Trimestrales del T1 de Saxo Bank para conocer más información sobre nuestra postura respecto de la economía global y los mercados que publicaremos el próximo lunes.