El dato muestra una recuperación de la economía local respecto al avance de un 1,1% de mayo y frente la expansión del 0,28% del mismo mes del año pasado.

La actividad económica de Perú creció un 3,87 por ciento interanual en junio, más de lo esperado por analistas, por un avance del vital sector minero y pese a la baja de las manufacturas y de la construcción, dijo el viernes el Gobierno.

Analistas habían estimado en un sondeo de Reuters un crecimiento de un 3% interanual en junio..

El dato muestra una recuperación de la economía local respecto al avance de un 1,1 por ciento de mayo y frente la expansión del 0,28 por ciento del mismo mes del año pasado.

La economía del tercer productor mundial de cobre se expandió en los seis primeros meses un 2,42% en tasa interanual, mientras que en los 12 últimos meses a junio creció un 1,92%, agregó el Instituto Nacional de Estadística de Informática (INEI).

Sólo en el segundo trimestre la economía creció un 3% interanual, precisó el jefe del INEI, Aníbal Sánchez.

En términos desestacionalizados, la actividad económica avanzó un 1,1% en junio frente a mayo, agregó.

Sánchez sostuvo que el crecimiento económico estuvo apoyado por una recuperación de la demanda externa ante las mayores exportaciones de los productos tradicionales como los mineros.

El sector de minería e hidrocarburos se expansión un 10,33% interanual en junio impulsado por la actividad minera, que repuntó un 14,15% ante la mayor extracción de cobre y oro.

Perú es un importante productor mundial de metales del mundo y la actividad minera es considerada uno de los motores de su economía porque sus envíos de metales representan el 60 por ciento de las exportaciones totales.

Sin embargo los sectores vinculados a la demanda interna mostraron un desempeño negativo.

El sector de manufactura cayó un 2,89% interanual en junio, mientras que el de la construcción retrocedió un 3,15 por ciento ante el menor avance de obras de infraestructura de los gobiernos regionales y locales.

De otro lado, el sector pesquero se desplomó un 29,6 por ciento luego que se alcanzó el límite permitido para la captura de anchoveta, usada para la fabricación de harina de pescado.