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Acuerdo con "holdouts" permitirá reactivar la economía y bajar inflación de Argentina
Viernes, Febrero 26, 2016 - 08:58

Los acreedores que han estado en un litigio con Argentina en tribunales estadounidenses por más de una década por la deuda incumplida del país alcanzaron un preacuerdo de US$5.000 millones para resolver la disputa.

El arreglo inicial con los "holdouts" que se conoció esta semana permitirá a Argentina, cuando se concrete, retomar el crecimiento económico y reducir su elevada inflación gracias al arribo de capitales, aunque el gobierno deberá poner en caja las desbordadas cuentas públicas para lograrlo.

Los acreedores que han estado en un litigio con Argentina en tribunales estadounidenses por más de una década por la deuda incumplida del país alcanzaron un preacuerdo de US$5.000 millones para resolver la disputa, dijo el miércoles un abogado que representa a los inversores.

Argentina atraviesa su quinto año de estancamiento con una inflación cercana al 30 por ciento. Para financiarse, el presidente Mauricio Macri -quien asumió hace dos meses- depende de una inmensa impresión de dinero del banco central, un esquema heredado de la gestión de la ex mandataria Cristina Fernández.

Pero ahora se esperan cambios en el clima de negocios, una baja en el costo del crédito y la llegada de capitales privados.

"Argentina debería recibir 5 puntos del PIB al año en términos de ingresos de capitales, que ahora son casi 0. Eso representa cerca de US$25.000 millones al año", dijo el analista Alejo Costa, de la firma Puente.

En tanto, el representante de una importante firma agroexportadora expresó entusiasmo con el acuerdo inicial. "Creo que es un paso importante para incentivar nuevos proyectos de inversión de las empresas", señaló bajo condición de anonimato.

Como el arreglo permitiría levantar restricciones de la justicia de Estados Unidos que bloquean el acceso de Argentina al mercado de deuda externa, el Gobierno podría emitir bonos en ese país para pagar sus proyectos de infraestructura mientras recorta otros gastos a fin de ajustar unas cuentas fiscales al límite.

"También posibilitará el acceso al financiamiento pleno de agencias de importación y exportación, como así también de organismos multilaterales. Esto es clave, porque el país necesita una fuerte inversión en carreteras, ferrocarriles y vías navegables", dijo a Reuters Fernando Terrile, gerente de Mercados Globales de HSBC Bank Argentina.

La principal iniciativa de Macri es el "Plan Belgrano", un proyecto que incluye inversiones en infraestructura por 16.000 millones de dólares a lo largo de 10 años en las empobrecidas provincias del norte del país.

Lenta mejoría

Los primeros efectos se verán en los próximos meses simplemente gracias a la eliminación de la incertidumbre financiera que traían las discusiones sobre la dura pelea con los tenedores de deuda incumplida liderados por el financista Paul Singer, dijeron los economistas consultados por Reuters.

La posible estabilización de la moneda y de las expectativas de inflación contribuiría a que la economía argentina tenga una expansión levemente positiva en el segundo semestre de este año, desde una retracción tenue en el primero, para terminar el 2016 con un crecimiento nulo, afirmó el economista Federico Muñoz.

Ya en 2017, la mejora esperada de la inversión y el impulso de las exportaciones agrícolas de Argentina, luego de que Macri recortara los impuestos al sector, derivarían en un aumento del PIB del 3% ó 4%, estimó Maximiliano Castillo, director de la consultora ACM.

Al mismo tiempo, la apertura del mercado de deuda servirá para bajar la inflación porque la recaudación de fondos en el exterior reducirá la dependencia que tiene el Gobierno de la emisión de dinero del banco central. Según Muñoz, la inflación se moderaría para terminar 2016 algo debajo del 30%.

Pero todo dependerá de la capacidad del Gobierno para cerrar la brecha presupuestaria. En enero, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, anunció un plan de reducción del bache que prevé una caída del déficit primario a 4,8 por ciento este año desde el 5,8 por ciento que dejó la administración anterior.

Este es un frente difícil para el Gobierno, como muestran las arduas negociaciones salariales en curso con los gremios de trabajadores del Estado para que acepten alzas moderadas. Las protestas callejeras están en aumento y las clases podrían no comenzar en muchas escuelas públicas por la falta de acuerdo.

"El nuevo Gobierno tendrá que demostrar que el crédito externo será la llave para garantizar una transición ordenada para retornar a una economía de mercado, y no transformar la deuda pública en el nuevo motor de crecimiento", dijo la consultora Econométrica en un informe.

Autores

Reuters