Especialistas analizan el impacto que podría generar en México la reforma fiscal aprobada por el Senado de Estados Unidos este sábado y adelantan algunos escenarios que deberá enfrentar el gobierno azteca.
Ciudad de México. El director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada Pascal, advierte que México no tiene margen fiscal para enfrentar los efectos de la reforma tributaria de Estados Unidos, aprobada por el Senado este sábado, y bajar la tasa del impuesto sobre la renta del nivel actual de 30% a 20%, publica La Jornada.
El especialista explica que “si se redujeran los ingresos del gobierno por impuestos tendríamos que tener un déficit, eso quiere decir más deuda y ya no la podemos tener; estamos en el límite, de hecho ya rebasamos el límite, estar por arriba de 50% como proporción del PIB no es algo que México pueda soportar”.
Considera que la reforma puede ser positiva para Estados Unidos si el beneficio, “que es desproporcionadamente positivo para los más ricos”, se traduce en inversión productiva, porque eso generaría actividad económica, empleo, mejor distribución del ingreso y mejores salarios.
En este caso, explica que una mayor actividad económica en Estados Unidos podría elevar la demanda de productos mexicanos, dado que aquel país es el principal destino de las manufacturas nacionales.
Sin embargo, advierte que si eso no sucede y en cambio estos grupos de mayores ingresos utilizan el dinero para comprarse más acciones, para reducir deudas y no para invertir, entonces el efecto va a ser muy negativo, porque sólo va a empeorar la distribución del ingreso en Estados Unidos.
Igual opinión tiene el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz Gallegos, quien consideró que la reforma fiscal atenta contra la seguridad nacional de México, en el sentido de que desvía los incentivos a invertir en el país y busca llevarlos hacia allá.
Explica que la nueva legislación no sólo le afecta a México en la disminución del impuesto corporativo, sino también por las facilidades que da a la inversión productiva y por los castigos que genera al no llevar a Estados Unidos las utilidades que tienen algunas empresas estadunidenses en el extranjero.
Para el experto Mario Rizo, socio encargado de la práctica nacional de impuestos de Salles Sainz Grant Thorton, la reforma va a tener repercusiones en la economía y en la recaudación mexicana. Sin embargo, cree que el efecto se podría ver amortiguado por el hecho de que la mano de obra es entre 8 y 10 veces más barata en México que en Estados Unidos.
De igual forma, considera que una posible vía para enfrentar el problema sería implementar un impuesto al valor agregado (IVA) generalizado que garantizara mayores recursos al gobierno.