Frigoríficos suben algunos cortes de carne y los colegios preparan nuevos aumentos en el mes.

Los primeros días de agosto marcan un panorama que parece no contribuir a moderar las actuales presiones inflacionarias que en julio prácticamente quedaron estables respecto a la medición del mes anterior con un registro de 9,06% en el último año móvil. El Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto recogerá el impacto del tercer ajuste consecutivo al alza en la carne vacuna que definió la industria frigorífica ayer en poco más de un mes.

Además, alrededor del 50% de los colegios privados definirá –como lo hace usualmente– el porcentaje de incremento de la cuota de sus alumnos, el rubro que más viene creciendo en la medición del IPC, con un aumento interanual a julio de 13,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (ver gráfica). Por otro lado, las autoridades del equipo económico comienzan a observar ahora cómo la devaluación del peso frente al dólar impacta en los bienes transables en la canasta de consumo.

Pese a las críticas públicas que había lanzado el ministro de Economía, Mario Bergara, por el ajuste de julio que decidieron los frigoríficos sobre la media res de carne bovina (+9%) a los carniceros, ayer los industriales definieron aumentar los cortes sin hueso $5 por kilo, informaron fuentes del sector industrial a El Observador. La corrección incluye los diferentes cortes del desosado, que incluyen pulpas y cajas de cortes del delantero que se ofrecían a los carniceros a valores de entre $130 y $150 el kilo, que se ajustaron aproximadamente 4%. Los precios de la carne con hueso no sufrieron modificación.

Entre otros cortes que se verán afectados están las milanesas, colita de cuadril, peceto y carne picada. La modificación responde al incremento de costos que enfrentan los frigoríficos y que incluyen los precios del ganado gordo, según se informó. En ese contexto se consideró la incidencia de la suba de las haciendas que se incrementó en US$0,14 por kilo en cuarta balanza en los últimos 30 días y por el incremento de $0,5 que ha registrado el valor del dólar en dicho período. El último incremento que incluyó a la carne vacuna con y sin hueso se produjo hace aproximadamente un mes.

Según los cálculos de la Unidad de Análisis Económico de El Observador, el incremento en el precio de la carne asegura un piso de 0,1% de aumento del costo de vida para agosto, que se agrega a la dinámica del resto de los bienes y servicios que componen la canasta de consumo. De no haber otras variaciones, la inflación interanual treparía a 9,15% –en julio, el registro era de 9,06%–. Incluyendo esta suba, en los últimos 12 meses la carne vacuna acumula en el promedio de sus cortes una suba de 13,4%.

Alimentos y bebidas, de hecho, es el segundo rubro, luego de la educación, que más subió de precios en el año móvil finalizado en julio, con un incremento de 11,8%. Al analizar la suba de precios por componente, con un incremento de 11,9% interanual, alimentos no elaborados es el que más aumenta, por encima incluso de los bienes y servicios no transables –aquellos que no se comercializan con el exterior y, por lo tanto, fijan sus precios en el mercado local–. La suba de la carne agrava esa tendencia.

Ajuste en colegios. Los colegios privados que ajustan en agosto sus cuotas definirán mañana ese aumento, dijo a El Observador, Zózima González, presidenta de la Asociación de Institutos de Educación Privada. Allí concretarán el porcentaje y definirán la inflación por la que se basarán, explicó la docente. González especificó que los colegios que ajustan a mitad de año son alrededor de la mitad del total en el país. El resto realiza un ajuste a principios del año lectivo y lo mantienen hasta el final.

González dijo que el incremento de las cuotas no va solo de la mano del aumento de salarios, pese a que estos significan entre el 70% y 80% del presupuesto de los colegios. La titular de la Asociación de Institutos de Educación Privada indicó que depende de la realidad de cada establecimiento educativo y de los gastos adicionales de cada cual. “Hay otros gastos que inciden a nivel institucional, como el gasto de mantenimiento, materiales, locomoción, mobiliario y tecnología que hoy tiene un impacto muy significativo”, argumentó.

“Lo que está claro siempre es cuánto va a aumentar el sueldo, pero cada institución ajustará el presupuesto de acuerdo a su realidad. En ese sentido, hubo colegios que en enero ajustaron 10% porque hacía dos años que no ajustaban la cuota. La cuota no cambia sistemáticamente. Se hace de acuerdo a la necesidad”, precisó González.

La educación forma parte del componente no transable de la canasta de consumo, esto es, de los bienes y servicios que no se comercializan con el exterior. Una característica que los distingue es la fuerte incidencia que tienen los costos laborales en la evolución de sus precios. Si bien alimentos no elaborados tomó en los últimos dos meses la posta como el componente que más sube de precios, los no transables tienen una larga historia de subas por encima de la inflación general, con un incremento de 10,01% a julio que lo llevó a acumular 10 meses con subas de dos dígitos.

Alza del dólar. Si bien la valorización del dólar está incidiendo en una mayor cotización de los bienes importados (transables), hay algunos productos “más caros” que no están trasladando a precios ese aumento de poco más de 20% que registra el dólar interbancario en la plaza local en el último año.

La economista Mercedes Comas de PwC había advertido ayer a El Observador el caso de algunos wiskies importados. Precisamente, el presidente de la Asociación de Importadores Mayoristas de Almacén, Fernando Melissari, comentó ayer a El Observador que parece claro que 2014 no muestra el “dinamismo” en los niveles de consumo del año pasado, por lo que es “natural” que los empresarios opten por reducir sus márgenes de ganancia. “Veníamos con mucho viento en la camiseta, ahora se percibe cierto freno”, admitió.