A cargo de la presidencia del G-20, Francia "ha puesto por primera vez el tema de la agricultura en primer plano", resaltó Le Maire en París, en diálogo con un grupo de periodistas de distintos países del mundo.
La agricultura tendrá un lugar preponderante en la agenda de la próxima cumbre de jefes de Estado del Grupo de los 20 (G-20) que se llevará a cabo en noviembre en la ciudad de Cannes, aseguró el ministro de Agricultura de Francia, Bruno Le Maire.
A cargo de la presidencia del G-20, Francia "ha puesto por primera vez el tema de la agricultura en primer plano", resaltó Le Maire en París, en diálogo con un grupo de periodistas de distintos países del mundo.
"Cómo alimentar al mundo es una pregunta central en este siglo y es nuestra obligación encontrar soluciones en los próximos 50 años", afirmó el funcionario en la sede de la cartera agropecuaria francesa.
Según Le Maire, "debemos incrementar la producción de alimentos 70% en los próximos años si queremos estar en condiciones de alimentar al mundo".
Por ello, recordó, en la cumbre de ministros de Agricultura del G-20 que se realizó en junio en París se acordó un plan de acción.
"Hay un plan de acción adoptado por los países del G-20, no sólo propuestas; necesitamos tomar decisiones, no sólo discutir sobre cómo alimentar al mundo, o sobre el hambre en Africa", enfatizó.
El plan de acción adoptado por los ministros de Agricultura del G-20 en junio pasado en París está basado en cinco pilares, indicó.
"El primero es la necesidad de invertir en agricultura en los países en desarrollo: los países en desarrollo deben ser capaces de proveerse su alimento en los próximos años", afirmó.
"El segundo -señaló- es la necesidad de incrementar la transparencia de los mercados agrícolas: en ese sentido, en septiembre pasado pusimos en marcha el Sistema de Información de Mercados Agropecuarios (AMIS, en inglés), algo completamente nuevo".
"El tercer pilar es incrementar la coordinación internacional para prevenir las crisis de los mercados: la idea es tener la posibilidad de coordinar decisiones entre los Estados miembros para evitar las consecuencias de las crisis", agregó.
"El cuarto -indicó- es la reducción del impacto de la volatilidad, y una de las herramientas para reducir este impacto es la creación de reservas de alimentos de emergencia, como el proyecto piloto que se lleva a cabo en el Oeste de Africa".
Y completó: "El último pilar es la regulación de los mercados de derivados agrícolas".
Al realizar un balance de la gestión francesa al frente del G-20, Le Maire destacó la adopción de "un nuevo estilo de negociación", con la incorporación de nuevos temas a la agenda de discusión y la apertura hacia otros países, instituciones, ONGs, la sociedad civil, el sector privado, sindicatos.
Finalmente, consideró que "la agricultura es uno de los puntos centrales de las negociaciones en el siglo XXI, no sólo para alimentar al mundo, no sólo para mejorar la producción de alimentos en relación a las condiciones medioambientales, sino también por razones sociales y políticas".e